Kavak es una startup tecnológica que prioriza la transparencia, seguridad y comodidad del cliente. Cada auto que vende Kavak pasa por un proceso riguroso de reacondicionamiento para luego aterrizar en el catálogo de su página web.
“Tengo miedo que esté roto”, “¿Y si le adulteraron el kilometraje?”, “¿Decís que tiene todos los papeles al día?”, “Mirá si elijo uno que tenga deudas”. Dudas como estas son las que nos atormentan a la hora de comprar un auto usado, pero es hora de despedirse de estos dolores de cabeza.
Kavak es una empresa que, desde el 2016, está transformando la experiencia de compra y venta de autos usados. Su oferta de servicios es única en América Latina y va desde gestión de financiamiento con bancos e instituciones financieras hasta garantía extendida por el auto. Además, cuenta con una propuesta de valor que la posiciona como líder en el mercado: ofrece una experiencia de compra y venta transparente y conveniente, y la seguridad del auto Kavak, el cual está chequeado, reacondicionado y tiene garantía.
Mariano Segarra, Gerente General de Kavak Argentina, explica: “Tenemos el foco 100% puesto en cumplirles a nuestros clientes la posibilidad de comprar y vender un auto de manera simple, rápida y segura. Buscamos que en cada etapa obtenga un servicio diferencial. Queremos que cada vez más personas puedan acceder al auto que quieren de una manera ágil y transparente”.
Con respecto a los miedos que abruman a las personas que desean comprar un auto usado, Segarra explica: “Desde Kavak, eliminamos todos los puntos de fricción en términos mecánicos y documentales que suelen suceder en este tipo de operaciones, y para eso nuestra planta de reacondicionamiento juega un papel clave. Todos los autos que ofrecemos son revisados en 240 puntos y reacondicionados en la medida de sus necesidades”.
¿En qué consiste el proceso en la planta de reacondicionamiento?
Luego de comprar e inspeccionar los autos, estos pasan a la planta de reacondicionamiento que se encuentra en Tigre y cuenta con aproximadamente 17.000 metros cuadrados y la capacidad de procesar hasta 2.500 vehículos por mes.
El reacondicionamiento es un proceso único en el mercado que consiste en un chequeo en 240 puntos, arreglos de fallas detectadas, mejoramiento de chapa y pintura, limpieza profunda, revisión de mecánica liviana y pesada, chequeos de electrónica e interior del vehículo, detailing y pago de multas, deudas de patentes, VTV y VPA. Cada una de estas instancias tiene en cuenta la necesidad que trae cada auto.
Una vez finalizado este proceso, el auto pasa a ser un Auto Kavak y se le realiza una sesión de fotos que luego serán las que se publiquen en el catálogo online. Además, cada auto cuenta con 3 meses de garantía, que pueden extenderse hasta 12 meses y un período de prueba de siete días o 300 kilómetros, para que el usuario tenga la mejor experiencia posible y pueda decidir si es verdaderamente el auto que quiere.
“Al entender todos los riesgos y problemas que suelen suceder en la compra o venta de autos usados -que hemos sufrido todos los que compramos o vendimos uno-, decidimos ocuparnos y buscar soluciones. La planta de reacondicionamiento fue una de las que encontramos para asegurarnos que los autos que ofrecemos pasen por procesos que aseguren la mejor calidad, y construir así vínculos de confianza con nuestros clientes”, aclara Mariano Segarra.
De cara al futuro
Kavak aterrizó en Argentina en el año 2020 y desde aquel entonces ya se convirtió en un gigante dentro del mercado. Y sus sueños se alinean al propio crecimiento de la compañía.
“En Argentina nuestra proyección es crecer, expandirnos y acompañar la creciente demanda con el mejor servicio. Nuestro objetivo es seguir revolucionando el sector a través de un modelo basado en una operación robusta apoyada por la mejor tecnología y una oferta de servicios única”, cierra Segarra.
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