z.system

El objetivo de la etiqueta es informar a los ciudadanos cuánto combustible gasta y cuántos gases emite el modelo que se quieren comprar.

Desde el próximo domingo 17 de mayo, todos los autos cero kilómetro que se comercializan en la Argentina ya deben salir de fábrica con la Etiqueta de Eficiencia Energética Vehicular, una herramienta que permite conocer el consumo de combustible y las emisiones contaminantes.

La medida viene implementándose en distintas fases desde 2017. Hasta ahora, sólo el 15 por ciento del mercado estaba obligado a colocar esta etiqueta. Desde el mes que viene será obligatoria para el 100 por ciento de los modelos nuevos.

No sólo es obligatoria para las empresas que fabrican autos en el país, sino también para las importadoras. Todas deben exhibirla en sus salones y puntos de venta, a fin de informar a los posibles compradores sobre los niveles de consumo y emisiones del vehículo que están por adquirir.

Cómo es la nueva etiqueta para los autos

La etiqueta informa cuántos gramos de dióxido de carbono (CO2) emite el vehículo por cada kilómetro recorrido en ciclo mixto; es decir, en la combinación entre trazados urbanos y autopistas o rutas. También detalla cuántos litros de combustible consume cada 100 kilómetros recorridos en el mismo ciclo.

Así es la etiqueta de eficiencia energética obligatoria para todos los 0 km. Foto: Secretaría de Energía.
Así es la etiqueta de eficiencia energética obligatoria para todos los 0 km. Foto: Secretaría de Energía.

La herramienta está pensada para que, a la hora elegir un auto nuevo, los ciudadanos puedan evaluar también cuánto combustible gastan y cuántos gases nocivos para el medioambiente emiten. Esto significa que se podrá tomar la decisión entre dos o más vehículos con más información.

En cada auto tiene que haber dos etiquetas: una removible y/o permanente que puede exhibirse en el extremo superior derecho del parabrisas, en el centro del mismo, o en las ventanas de las puertas, y otra inserta en la bibliografía de a bordo, ambas conforme a la norma IRAM-AITA 10274-2.

Desde la Secretaría de Energía de la Nación, organismo que la implementó, explican que la etiqueta brinda información sobre el consumo de combustible obtenida en “evaluaciones de testeo de laboratorio en condiciones controladas”, aunque aclaran que el gasto del vehículo en la práctica depende de las condiciones de manejo y del correcto mantenimiento del vehículo, entre otros factores.

El cumplimiento de estos requerimientos será fiscalizado periódicamente por la cartera de Ambiente nacional y, en caso de verificarse infracciones, se aplicarán aquellas multas. El objetivo final es “mitigar aquellas emisiones de contaminantes climáticos y de efectos nocivos en la salud, junto con la mejora de la eficiencia energética del transporte automotor nacional a 2030 y 2050 por medio de pautas orientativas para el mercado”, explicaron las autoridades.

 

Fuente: TN