El presidente de YPF, Pablo González, dialogó en exclusiva con BAE Negocios. Ratificó que el objetivo del Gobierno es que el gasoducto de Vaca Muerta esté operativo en junio de 2023, cuestionó a las operadoras que no aumentaron la provisión de gasoil y adelantó que se reunirá con Sergio Massa para avanzar en la ley (corta) de promoción de las inversiones hidrocarburíferas.
¿Dan los tiempos para llegar con el gasoducto al invierno de 2023?
Yo puedo hablar por YPF pero en cada conversación con los directores de IEASA, ellos sostienen que vamos a llegar, aunque con los tiempos muy justos. Si se licita la obra de ingeniería a principios de mayo y la adjudicación se concreta para fin de mes, es muy probable que se llegue. La idea es que la primera etapa esté para junio de 2023. El gasoducto es una obra trascendental que debería haber comenzado hace cinco años pero por motivos políticos, por falta de previsión o directamente porque no existía una política energética no se hizo. El macrismo inició el proceso de licitación en 2019, con la idea de ejecutarse entre las PASO y las elecciones generales de aquel año. Una locura.
Por la Ley del Aporte Solidario a las Grandes Fortunas se destinaron a este proyecto 60.000 millones de pesos, según un informe del Ministerio de Economía. ¿Están los fondos para esta primera etapa?
La idea fue financiar la primera parte de este gasoducto con un porcentaje de los recursos que surgieron del aporte solidario, donde un 25 por ciento de los fondos reunidos fueron para YPF. Esta primera etapa demandará una inversión del Estado cercana a los 1500 millones de dólares. El aporte solidario es casi la mitad. Cuando todo el proyecto haya finalizado, el ahorro fiscal será de 5000 millones de dólares y las provincias podrán sumar 90 millones en regalías. Esta iniciativa genera grandes expectativas entre todas las operadoras. La obra es clave porque tenemos un real problema de transporte y no de producción.
Hay datos oficiales que indican que las ventas de gasoil durante la primera quincena del mes se encuentran un 29% por encima de abril de 2019, un 35% respecto a 2021 y un 17% superior a marzo 2022. Así y todo, hubo problemas de abastecimiento. ¿Se encausó la situación?
El precio internacional está presionando al mercado interno y de ahí deriva el problema de abastecimiento. Nosotros importamos el 12 por ciento del gasoil cuando los requerimientos de adquisiciones del exterior equivalen al 30 por ciento de la demanda total. La brecha de precios entre las ventas locales y el valor internacional se ubicó en el 45% y eso nos complicó. Las operadoras que no producen y solo importan, dejaron de comprar. Y PAE frenó la refinería. El tema sigue complicado, porque hay más demanda que oferta. Nosotros aumentamos la producción en un 30 por ciento en relación al año pasado. Las demás operadoras no hicieron lo mismo.
Uno de los proyectos claves para generar divisas, y que fue planteado por el Presidente en la inauguración de las sesiones ordinarias, fue la promoción de las inversiones en hidrocarburos. Pero quedó empantanado en el Congreso. ¿Hubo algún avance de Massa para reactivar la iniciativa?
Se hablaba de una ley corta que recogía mucho de lo que estaba dando vueltas (acceso a las divisas para los exportadores, ajuste por inflación en ganancias y la baja del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL)) pero el tema volvió a calmarse. La semana que viene voy a hablar con Massa para ver en qué situación quedó esa idea.
Fuente: Bae negocios