El noroeste de Texas, que produce 40% del algodón estadounidense, sufre desde enero una carencia excepcional de lluvia. Y el algodón se siembra entre marzo y junio, según las regiones.
El noroeste de Texas, que produce 40% del algodón estadounidense, sufre desde enero una carencia excepcional de lluvia. Y el algodón se siembra entre marzo y junio, según las regiones.
“Por lo que el volumen de la cosecha va a ser muy inseguro”, explicó John Robinson, profesor en la universidad de Texas A&M, y especialista en algodón.
Muchos comparan las condiciones climáticas actuales a la peor sequía de la historia del algodón estadounidense, que tuvo lugar en 2011 y llevó los precios a 2,27 dólares la libra.
La sequía vino a empeorar la situación de un mercado alcista debido al crecimiento de la demanda de algodón relacionado con la pandemia, las mayores demandas del producto por parte de China y el alza en los precios de los pesticidas, derivados del petróleo, cuyos precios se dispararon tras la invasión rusa de Ucrania.
A ello se suman las compras especulativas, empujadas por la aceleración de los precios, según Robinson.
“La dinámica es similar a lo que vemos en muchas materias primas”, resumió Arlan Suderman, corredor en StoneX, a la emisora local PBS del estado de Iowa. “Hay mucho dinero que persigue la inflación”.
Fuente: Ambito