La base imponible subió casi un 10 por ciento para ajustarse al aumento en las listas de precios.
El Gobierno de la Nación, a través de la Afip, actualizará la base imponible del impuesto automotor a partir de marzo para ajustarla al aumento del precio de los vehículos en los últimos meses.
Desde marzo, deberán pagar un 20 por ciento aquellos modelos 0 km cuyo precio mayorista se ubique entre $2.648.609 y $4.889.740. Sumando el IVA y la comisión de los concesionarios (puede variar), en precios al público se encontrará a partir de los $3.770.000, aproximadamente.
La segunda escala del impuesto grava con un 35 por ciento a los vehículos 0 km con precio mayorista igual o mayor a $4.889.740.
El nuevo mínimo imponible entrará en vigencia el 1 de marzo de 2022 y durará hasta el 31 de mayo de 2022. En ese momento, de acuerdo a lo que arroje el Sistema de Índice de Precios Mayoristas (SIPM) en los próximos meses, se analizará un nuevo ajuste para emparejarlo al aumento de las listas de precios de las automotrices, aunque en el sector consideran siempre que el retoque es insuficiente.
Hasta el 28 de febrero, el 20 por ciento (tasa efectiva del 25%) afectaba a modelos con precio al público de $3.400.000 y el 35 por ciento (tasa efectiva del 54%) a aquellos con valores desde $7.960.000 al público.
Qué autos pagan el impuesto automotor
De acuerdo a un relevamiento de TN Autos, ahora hay más de 170 modelos (sin contar versiones) alcanzados por los gravámenes del 20 y 35 por ciento, según corresponda.
Este tributo “distorsivo” (así lo califican las automotrices) entró en vigencia en enero de 2014 con el objetivo de castigar a los autos “de lujo”, pese a que, en la práctica, afecta no sólo a los vehículos del segmento premium.
Tal es así que marcas populares como Chevrolet, Fiat, Toyota, Volkswagen, Peugeot y Renault, por mencionar algunas de las que lideran los rankings de patentamientos, tienen varios modelos del segmento medio o medio/bajo impactados por el impuesto.
Tan distorsivo es este gravamen que no sólo penaliza a modelos de volumen, sino que no distingue entre los modelos importados y los de producción nacional. En consecuencia, vehículos como el Volkswagen Taos y la Toyota SW4, ambos fabricados en el país, tienen el 100 por ciento de su gama castigada por el 20 por ciento.
La salvedad rige para las pick ups, consideradas oficialmente como “vehículos de trabajo”. Ninguna de ellas, por más lujosa que sea, paga este impuesto.
Entre los más de 170 alcanzados por el tributo, llama la atención la presencia de modelos Volkswagen Nivus, Polo (GTS), Virtus (GTS) y Golf; Peugeot 208 GT Line (es la versión europea), Chevrolet Tracker, Jeep Renegade, Toyota Corolla y Corolla Cross, Renault Koleos, Nissan Sentra, Ford Territory, Kia Cerato, Hyundai Creta y Honda HR-V, todos ellos pertenecientes a segmentos “populares” en otros países.
Fuente: TN