Para este invierno, el Gobierno prevé importar 2.142 MMm3 de Bolivia, que cubrirán el 9% de la demanda total de gas. La pregunta es a qué precio.
Ante el nuevo panorama del petróleo con el barril a u$s90, el combustible de la transición energética se encareció en el mundo y en el Gobierno nacional ahora revisan sus cálculos para lanzar una nueva licitación internacional por provisión de GNL, sin lamentar una mayor erogación de dólares por cuestiones energéticas.
La proyección es que en 2022 las importaciones de gas desde Bolivia -que el presidente Luis Arce tiene previsto ajustar a u$s7,5 por millón de BTU promedio-, de GNL y de combustibles líquidos para el parque de generación eléctrica treparán a u$s5.500 millones, un número que provoca escalofríos en el Banco Central. El aliciente es que mientras en el Norte hoy suben los precios por el frío y una mayor demanda de GNL, cuando aquí llegue el invierno el consumo mundial disminuye y los precios se relajan.
En 2020 Argentina importó a razón de 21 MMm3/d, pero el año pasado esa demanda cayó a 14 MMm3/d, por el declino de la producción de gas boliviano. El nuevo contrato (sexta adenda) entre Integración Energética Argentina (IEASA) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debía estar firmado el 31 de diciembre pasado, pero por falta de acuerdo las negociaciones seguirán abiertas hasta el 30 de abril. Momentáneamente el compromiso asumidos es entregar 7,5 MMm3/d de gas, pero en invierno esa cifra trepa a por lo menos 12 MMm3/d.
Con la escalada de precios del GNL en el mundo (u$s25 por MmBTU), el Gobierno busca aprovisionarse de gas boliviano a menor costo. En la quitan adenda se acordó para el 2021 u$s5,10 en invierno y u$s4,82 el resto del año. Sin embargo, desde el país vecino ya avisaron que la oferta inicial de u$s5 por millón de BTU promedio ya no va más. Ahora, tras el nuevo descubrimiento se habla de alrededor de u$s7,5.
Cómo es el megacampo de gas natural
El campo Margarita (en Tarija) y Huacaya (Chuquisaca) forma parte de uno de los principales reservorios de gas de Bolivia, donde operan Repsol y otras empresas extranjeras bajo concesiones del Estado boliviano, a través de YPFB.
“Iniciamos el año pasado una exploración en el pozo Margarita Huacaya (…), nos está dando buenos resultados, hermanos, estamos encontrando reservas de gas en este pozo que explorábamos en nuestra gestión en el orden de 300 a 350 billones de pies cúbicos”, indicó Luis Arce en la ciudad andina de Oruro.
La petrolera estatal boliviana YPFB dijo en un comunicado que “la producción de este pozo generará ingresos al Estado de más de 260 millones de dólares/año”.
“YPFB y Repsol hacen sus mayores esfuerzos para poner a disposición de los mercados esta producción en el menor tiempo posible”, dijo el presidente de la compañía boliviana, Armin Dorgathen.
Por años los hidrocarburos fueron el principal sector exportador de Bolivia, pero en el último tiempo fue superado por la minería (oro y zinc mayormente). En 2021, las exportaciones de Bolivia sumaron u$s10.936 millones, 59% más que el año anterior. De esta suma, u$s2.343 millones corresponden a hidrocarburos y u$s5.880 millones a minerales, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.
Fuente: Ambito