Es por la falta de stock, producto de las trabas a la importación que estableció el Gobierno.
Si es un buen momento o no para comprar un auto 0 km depende del bolsillo y la situación de cada persona interesada en hacerlo, pero es cierto que las condiciones que presenta el mercado automotor en la actualidad es, siendo suaves, desfavorable para la mayoría de los argentinos.
En primer lugar, el precio de los autos está en un techo histórico: para comprar uno nuevo hay que invertir no menos de 2 millones de pesos (es el precio de lista del 0 km más “accesible” en enero), lo que equivale a cerca de 64 salarios promedio. Hace diez años, para lo mismo hacían falta 22 salarios promedio.
Como si el valor oficial de lista de los 0 km no estuviera ya muy elevado teniendo en cuenta los ingresos de la mayoría de los argentinos, en los concesionarios se están registrando sobreprecios; es decir, para vender un auto piden más de lo que el fabricante sugiere cobrar.
De acuerdo a un relevamiento de TN Autos, algunas agencias elevan el precio de los 0 km hasta un 80 por ciento por sobre la lista oficial. Es el tope con el que se encontró este medio, aunque en las redes se leen denuncias de hasta un 100 por ciento. El sobreprecio cambia según la automotriz, el concesionario elegido y -sobre todo- el modelo. Y las demoras para la adquisición del bien promedian los seis meses.
El gran problema al que se enfrentan los vendedores es la falta de stock. En el sector aseguran que la oferta es escasa para la cantidad de interesados y que, por las trabas a la importación que impuso el Gobierno de la Nación a fin de evitar la salida de dólares, los costos de reposición de las unidades son inciertos. “De este modelo no tenemos stock y la fábrica no nos dice cuándo lo va a volver a traer”, responde un vendedor a la consulta de este medio.
Esto produce un embudo sin salida en el que las víctimas son los compradores. En algunos casos, ni siquiera con un maletín lleno de billetes in situ se destraba la situación. Muchas agencias se “paran” sobre los autos porque no saben cuánto les va a costar reponerlos y así, si no le sacan un buen provecho comercial a la operación (allí surgen los sobreprecios), prefieren no venderlos.
Muchos usuarios denuncian que, aprovechando esta situación, algunos concesionarios toman reservas por vehículos y, cuando están listos para ser entregados, ajustan los precios. En el medio pasan algunos meses y el precio de lista sube, por lo que el interesado debe abonar un monto superior al indicado previamente. Además, hay todavía miles de usuarios con planes de ahorro adjudicados sin la unidad en su poder.
Los sobreprecios no son un problema exclusivo de 2022. Ocurrió, ocurre y va a seguir ocurriendo siempre que haya muchos interesados por una misma unidad y que las concesionarias no tengan el costo de reposición asegurado por el alto contexto inflacionario.
Por lo pronto, la Asociación de Concesionarios proyecta patentar alrededor de 400 mil vehículos este año, lo que marcaría un crecimiento cercano al 5 por ciento frente a lo que ocurrió en 2021 (381.777).
Fuente: TN