Durante el año pasado se exportaron 521.200 toneladas, marcando un retroceso del 7,6% respecto al 2020 pero un incremento del 2,7% en facturación que superó los u$s2.700 millones.
“Si se comparan los embarques del año 2021 con los correspondientes al período enero a diciembre del año 2020, estos mostraron un comportamiento variado con relación a los niveles de actividad que se habían registrado un año atrás: Israel y Chile muestran un crecimiento de magnitud moderada. China exhibe variaciones negativas moderadas; mientras que los principales destinos dentro de la Unión Europea y los Estados Unidos muestran variaciones leves. Finalmente, Italia, Brasil y Rusia muestran caídas de gran magnitud en los volúmenes de carne argentina demandados”, explica el último informe del IPCVA.
Otro dato clave es que las exportaciones de carne vacuna argentina se redujeron en cerca de 47.000 toneladas al comparar los últimos dos años. De ese volumen, cerca de 39.300 toneladas corresponden a menores despachos a China; y otras 12.300 toneladas corresponden a Rusia, mientras que el resto de los destinos en conjunto acumulan una expansión equivalente a cerca de 4.800 toneladas.
En cuanto al valor de las divisas ingresadas, el principal mercado durante el periodo ha sido China, que representa un (60,3%) del valor total exportado de carne vacuna enfriada, congelada y procesada en el periodo, seguido por Alemania (8,2%), y Chile (7,9%).
Lo que seguirá de ahora en más en el negocio exportador de carne vacuna, luego de las restricciones impuestas a las exportaciones que rigieron durante el año pasado, es una flexibilización de los envíos de la denominada vaca conserva, mientras que continuará vedada la exportación de siete cortes de consumo popular en la mesa de los argentinos como el asado, el vacío y el matambre, entre otros.
Lo cierto es que más allá de las maniobras del Gobierno para intentar contener claramente la suba de los precios en el mercado interno, durante el 2021 los valores mostraron una suba interanual de alrededor del 65% y solo en diciembre las suba superaron ampliamente el 10%.
Mientras tanto enero también se inició con un incremento en los precios de la carne en el mercado interno del orden del 1,9% solo en la primera semana, aunque habría mostrado una desaceleración en las semanas subsiguientes. Esta es entonces una de las mayores preocupaciones del Gobierno en este 2022, contener los precios de este producto de consumo básico para que no se vuelve a repetir la historia.
En paralelo y a pesar de la reticencia de algunas facciones del ruralismo el Gobierno continúa trabajando en la puesta en marcha de un Plan Ganadero a nivel nacional con el que busca incrementar la productividad.
Fuente: Ambito