La compañía noruega elaboró un manual de impacto ambiental para reducir los daños que podría causar su proyecto de exploración de hidrocarburos en las costas del Mar Argentino.
Si bien la autorización del Gobierno a la exploración de hidrocarburos en el Mar Argentino viene generando una fuerte polémica social, la empresa que iniciará este proceso acaba de informar las conclusiones sobre el impacto ambiental de su proyecto.
Se trata del grupo noruego Equinor, que elaboró un informe para evaluar todos los impactos potenciales de las actividades planificadas con el objetivo de reducir el impacto tanto como sea posible, a un nivel aceptable a través de la implementación de medidas de mitigación.
Las especificaciones se describen en los planes de gestión de Equinor y son consideradas como obligaciones para la campaña de adquisición sísmica.
Bajo estas premisas, Equinor elaboró el Estudio de Impacto Ambiental (IEA) para el proyecto de Campaña de Adquisición Sísmica Off Shore que el Ministerio de Ambiente ya aprobó para las áreas CAN100, CAN108 y CAN114 del Mar Argentino, otorgando la posibilidad de que la compañía noruega comience en 2022 las tareas de recolección de datos, mediante una campaña que durará cinco meses con embarcaciones y equipos hasta el momento inéditos en la Argentina.
En qué consiste el plan ambiental de Equinor
En las tres áreas la empresa noruega es la operadora, y está asociada con las petroleras YPF y Shell en la CAN 100; con YPF en el CAN 108, mientras que no sumó socios para el área 114, por lo que tendrá a su cargo exclusivo la tarea.
El proyecto encontró en los activistas ambientales y en la industria pesquera por el temor al impacto de las operaciones que arrancan con tareas sísmicas para la recolección de datos con el objetivo de decidir si hay potencial de producción hidrocarburífera en la plataforma marina.
Para contrarrestar los cuestionamientos, el Plan de Gestión Ambiental de Equinor tiene como finalidad otorgar las pautas requeridas para la implementación de las medidas de mitigación propuestas y los procedimientos generales necesarios para asegurar que el proyecto se lleve a cabo en cumplimiento de la normativa ambiental vigente y las buenas prácticas ambientales.
En este sentido, los programas que surgieron son:
• Programa de observadores de fauna marina a bordo.
• Programa de prevención de impactos sobre la fauna marina.
• Programa de prevención de impactos por potenciales interferencias y de coordinación con actividades linderas.
• Programa de seguimiento y monitoreo ambiental.
• Programa gestión de residuos y efluentes a bordo.
• Programa de manejo de hidrocarburos.
• Programa de operación en bases logísticas onshore.
• Programa de respuesta ante emergencias. • Programa de capacitación ambiental y conducta del personal.
• Programa de comunicación ambiental y social.
• Programa de atención de consultas y reclamos.
• Programa de contratación de personal local y compras locales.
• Programa de identificación y verificación de cumplimiento legal.
• Gestión de salud, seguridad, ambiente y calidad en las operaciones de Equinor.
En su plan, Equinor explica que las tareas abarcarán hasta 6.245 km2 de sísmica para el Área CAN_100-108, la que se ubica a más de 300 km costa afuera de la localidad costera más cercana que es Mar del Plata.
Por su parte, la superficie que se planea explorar en el Área CAN_114 comprende unos 3.443 km2, y se ubica a aproximadamente 400 km Necochea. En tanto, el área de adquisición de datos sísmicos CAN_100-108 dista unos 162 km, en línea recta, del área de adquisición CAN_114.
En el documento, Equinor explica que para asegurar la producción futura de recursos de petróleo y gas es necesaria una inversión continua en actividades de exploración. Como etapa inicial, se propone llevar a cabo un relevamiento de datos sísmicos 3D para las tres zonas.
Tal como lo encara en el resto de sus operaciones a nivel global, el propósito de la empresa es convertir los recursos naturales en energía pero a partir de los lineamientos del Acuerdo Climático de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
“Reconocemos que los sistemas energéticos del mundo deben transformarse de manera profunda para impulsar la descarbonización, garantizando al mismo tiempo el acceso universal a energías asequibles y limpias”, aclara la compañía en el estudio presentado a las autoridades argentinas.
Y agrega: “Sabemos que la demanda mundial de petróleo tiene que disminuir, pero incluso dentro de los marcos del Acuerdo de
París, el mundo dependerá del petróleo durante muchos años. Es por ello que la empresa tiene como objetivo explorar y producir petróleo y gas con las emisiones mínimas posibles, reemplazando carbón por gas e invirtiendo ambiciosamente en energías renovables”.
El documento también explica la caracterización del ambiente que se llevó a cabo mediante la descripción de los aspectos generales del medio (rasgos físicos, biológicos y socioeconómicos), o lo que se conoce como Línea de Base Ambiental (LBA) que contiene asimismo la identificación, mapeo y el proceso de consultas realizadas a los actores clave.
Además se identificaron los posibles aportes ambientales y sociales de los actores relevantes y las probables preocupaciones, vinculadas al proyecto “con un enfoque en el compromiso temprano y llevando a cabo una amplia investigación y análisis de las partes interesadas relacionadas con los programas sísmicos costa afuera planificados en Argentina”.
En qué se basa la estrategia de Equinor
La empresa asegura que su estrategia se basa en la comunicación proactiva, “procurando que la divulgación y el diálogo con las partes interesadas sea un proceso continuo con dos fases principales.
En la Fase 1 se ha llevado a cabo la consulta temprana con actores clave antes de presentar el estudio, y se realizarán actividades de comunicación hasta la Audiencia Pública. En la Fase 2, se continuará con las acciones de comunicación y consulta antes, durante y después de las operaciones”.
También estableció un procedimiento de gestión de quejas y reclamos previo al inicio de las operaciones, con el fin de recibir, investigar, responder y resolver reclamos de personas o comunidades que se relacionen con las operaciones de Equinor, sus contratistas y subcontratistas.
Para identificar los potenciales impactos del proyecto, la empresa noruega encaró un proceso por el cual las actividades asociadas se han considerado con respecto a su potencial para interactuar con los factores ambientales.
Dentro de las actividades asociadas al proyecto se consideraron las siguientes acciones:
- a) Operación de las fuentes sísmicas (emisiones de aire comprimido)
- b) navegación de los buques sísmicos y de apoyo y presencia física del equipo sísmico
- c) emisiones, efluentes y residuos asociados a la operación normal y el mantenimiento de los buques sísmicos y de apoyo (y otras operaciones)
- d) demanda de mano de obra y de bienes y servicios.
- En función de las acciones identificadas y la posibilidad de que estas interactúen con el medio se enumeraron factores que no se espera sean afectados por el proyecto como geología, oceanografía, actividad hidrocarburífera, infraestructura costa afuera, población y patrimonio arqueológico.
En cuanto a los factores ambientales que se consideran vulnerables o importantes en el contexto de las actividades de estudios sísmicos marinos el estudio destaca el agua superficial, aire, mamíferos marinos, peces y cefalópodos, tortugas marinas, bentos y plancton, aves, áreas protegidas y sensibles, actividad pesquera, tránsito marítimo, actividades económicas e Infraestructuras, recursos y usos terrestres.
Medidas de mitigación
Con el objetivo fundamental de desarrollar el proyecto con el menor impacto negativo posible sobre el ambiente, Equinor le presentó al Gobierno una serie de normas que permitirían concretar ese objetivo:
- Medidas protectoras o preventivas. Destinada a regular las actividades a bordo de las embarcaciones; manejo de combustibles y aceites; manejo de residuos.
- Medidas de mitigación de los potenciales impactos sobre mamíferos marinos, peces, aves y tortugas marinas.
Se destaca el llamado Arranque Suave, un procedimiento utilizado para alertar a la fauna marina y darles tiempo para que se trasladen a otro sitio.
También se usa el monitoreo visual y acústico con profesionales observadores de fauna marina y operadores del monitoreo acústico. Se estableció como medida conservativa un área de exclusión de 1000 metros, en línea con los requerimientos del IBAMA (Instituto de Medio Ambiente del Brasil).
Otra medida a ejecutar es la prevención para avifauna mediante la reducción de la iluminación externa siempre cuando sea posible.
Se instalarán también boyas terminales equipadas con protectores de tortugas marinas diseñadas para evitar que queden atrapadas en la estructura de la boya terminal.
De manera adicional, se obligará a la disminución de la velocidad de los buques como medida preventiva para evitar posible incidente o impacto de los buques y la fauna marina.
- Medidas de mitigación de las potenciales interferencias en la navegación.
- Se establecerá un proceso de comunicación con los actores clave involucrados en asuntos marítimos como la Prefectura Naval Argentina.
- Medidas de mitigación de las potenciales interferencias con las pesquerías.
- Se establecerá un proceso de comunicación con los actores clave involucrados en asuntos pesqueros como la Secretaría de Pesca, Prefectura Naval Argentina, INIDEP, representantes de empresas o asociaciones pesqueras.
- Coordinación con exploraciones linderas. Preliminarmente, en el área CAN_100-108, se planea comenzar las operaciones en el sector más oriental de manera de mantener las operaciones lo más alejadas posibles del bloque lindero CAN-107, dado que la exploración del operador SHELL coincidiría temporalmente en el cuarto trimestre.
- Coordinación con operadores linderos.
El proceso de adquisición de datos sísmicos del área CAN_114 incluye un sector marginal del área CAN_113. Como parte del diálogo entablado con el operador de la licencia vecina (Total Austral) Equinor ha obtenido su autorización para realizar estas operaciones.
El relevamiento sísmico está planificado por un plazo de cinco meses en el segundo semestre del año, con lo cual de comenzar en octubre, debería completarse en marzo del 2023, fecha a partir de la cual el procesamiento de los datos sísmicos demandará más de un año.
En su informe, Equinor explica que el estudio se realizará con un buque que remolca tres fuentes de energía y 10 cables submarinos (streamers) con una longitud de 8.000 a 10.000 metros y en los cuales se encuentran situados receptores de ondas o hidrófonos.
Las fuentes de energía utilizan aire comprimido, que al ser liberado rápidamente genera ondas de sonido que son reflejadas en las distintas capas del subsuelo y vuelven a la superficie, donde son registradas por los hidrófonos. Este proceso se repite a lo largo de líneas de navegación que acaban cubriendo la totalidad del área de adquisición de datos.
Las operaciones se desarrollarán ininterrumpidamente las 24 horas, todos los días, y para la tarea se utilizará un buque sísmico equipado con tecnología hasta hoy no implementada en el país, acompañado por dos embarcaciones de apoyo para garantizarle una navegación segura, sin interferencias con otras embarcaciones, abastecerlo de combustible e insumos y remolcar el buque sísmico ante cualquier emergencia en su sistema de propulsión.
El buque sísmico se movilizará desde el Puerto de Buenos Aires, donde será abordado por la tripulación y cuando se requiera combustible, alimentos frescos y suministros, utilizará el puerto de Mar del Plata.
Fuente: Economia sustentable