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La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pronosticó que el consumo de crudo aumentará en el primer trimestre. Dos agencias de renombre del sector plantean el escenario opuesto.

El nivel de demanda de petróleo para el 2022 es una de las grandes incertidumbres de la industria petrolera a nivel mundial y el desconcierto es tal que tres importantes instituciones realizaron proyecciones dispares. La nueva variante del coronavirus, Ómicron, es la variable más importante dentro de las estimaciones oficiales.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé un repunte en el nivel de demanda para el año próximo mientras que la Administración de Información Energética (EIA) y la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) optaron por un análisis más conservador.

El incremento en el número de casos y muertes por la nueva cepa del coronavirus son el principal motivo por el cual la EIA y IEA recortaron sus estimaciones de consumo del primer trimestre de 2022. Para la OPEP el nivel de consumo aumentará en 1,1 millones de barriles por día adicionales y promediará los 99,13 millones de barriles entre enero y marzo. 

«Los efectos potenciales de la propagación de esta variante son inciertos, lo que introduce riesgos a la baja en el pronóstico del consumo mundial de petróleo, en particular para el combustible para aviones», señalaron en el último informe de la EIA.

En la misma línea desde la IEA señalaron que «se espera un aumento en los casos de COVID para 2022 que desacelere la recuperación de la demanda mundial de petróleo, siendo los viajes aéreos y el combustible para aviones los más afectados».

El principal argumento de la OPEP tiene que ver con el grupo proyecta que el impacto de la nueva cepa será de nivel medio hacia abajo porque -aseguran- que el mundo está «mejor» preparado para enfrentarla que al comienzo del a pandemia.

 

Fuente: Rio negro