Los estacioneros están en alerta. Las cámaras que agrupan a los empresarios dueños de las estaciones de servicio evalúan lanzar una protesta contra el atraso de los precios de los combustibles, el desabastecimiento de naftas y gasoil en el interior del país y por el alto impacto de las paritarias acordadas con el sindicato del sector.
Comercialización
Según el último informe sobre combustibles de la Confederación, una estación de servicio necesita vender 315.000 metros cúbicos de combustible al mes para poder superar los costos operativos. Y si bien en octubre pasado las ventas crecieron un 26,9% interanual y se superó el nivel de prepandemia, desde 2018 (40 meses atrás) las estaciones se perdieron de vender 8,2 millones de metros cúbicos de combustible por el combo recesión más pandemia, el equivalente al despacho de cinco meses completos.
El cuadro se agravó en los últimos meses por las denuncias de estaciones de bandera blanca (muy presentes en rutas o pequeños) que dejan de recibir combustible o se enfrentan a escenarios donde se aplican cupos de venta. “Es que en escenarios donde las petroleras no logran rentabilidad vendiendo sus productos, prefieren guardar el combustible para abastecer a las estaciones propias, lo que deja afuera a los jugadores más chicos”, sostuvieron.
Esta situación afecta a los estacioneros, pero también pone en riesgo las cadenas logísticas de las empresas que dependen de las estaciones blancas, tales como el transporte, el sector rural o incluso a los turistas que saldrán a la ruta a partir de diciembre por la temporada de verano. “Tenemos congeladas las tarifas desde mayo y en el medio subieron los insumos, la presión por salarios, los costos fijos. Cada vez se necesita vender más volumen de combustible para evitar quedar con los números en rojo. Tenemos estaciones que corren riesgo de cerrar en el verano con este panorama, no sé si llegan a la actualización de marzo”, alertó Bornoroni.
El titular de la entidad aprovechó para desmitificar que la suba de combustibles provoca más inflación. En la presentación del último informe sectorial elaborado por la consultora Economic Trends, Bornoroni aseguró que “no existe relación entre el precio de los combustibles y la inflación”, al señalarse que durante los últimos seis meses en los que los combustibles se mantuvieron sin aumentos, los precios al consumidor se incrementaron 13,1%, con particular incidencia de alimentos y bebidas que se incrementaron 11,7%.
“Para nosotros es vital combatir este mito de que los aumentos de nafta luego se trasladan al resto de los productos”, porque le abre la puerta a aumentos discrecionales por parte de algunos vivos, que aumentan por las dudas un 5% cuando la nafta sube 5%, aun cuando el combustible no sea una parte representativa de sus costos”, expresó Bornoroni. En el universo de los estacioneros se estima un atraso del precio en surtidores de alrededor del 12%, sin contar la actualización de impuestos.
Otro de los problemas que afrontan es el acuerdo de paritarias firmado a mediados de año. Antes del congelamiento de precios, una estación de servicio necesitaba vender 600 litros de súper para pagar el sueldo de un playero, pero hoy esa cifra creció a los 800 litros, aseguraron.
Según datos de Fecra, el salario básico de un playero en enero de 2020 era de $40.553, mientras que en enero de 2021 ascendió a $51.569. Pero el acuerdo firmado por FEC solo para el Convenio Colectivo de Trabajo 488/07, esos valores deberían quedar en $89.401 para enero 2022, un aumento del 73% interanual y de casi 120% en dos años.
Lo cierto es que la inflación interanual del INDEC se encuentra en niveles del 52% y la remuneración promedio de los trabajadores presentó un aumento similar para dicho período del 52%, (entre septiembre 2020 y septiembre 2021) según el último informe oficial RIPTE (Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables), publicado por la Secretaria de Trabajo.
“Los valores expuestos, indican que los aumentos salariales arribados por FEC, en su limitado ámbito real de incumbencia, superan en más del 20% los niveles inflacionarios y los aumentos de salarios que se han verificado en las demás actividades sectoriales”, se quejaron de la Mesa de Expendedores Unidos, que integran Fecra y Cecha.
“Enfrentamos la situación más crítica de los últimos años, con una pandemia de por medio, congelamiento de nuestros ingresos, y menguados o nulos volúmenes disponibles para el expendio de combustibles, según la situación operativa de cada petrolera y de las estaciones blancas”, remarcaron, y reclamaron “dialogo y racionalidad” a la hora de firmar paritarias. “Propiciamos mantener las fuentes de empleo, y una digna retribución para nuestros trabajadores, pero ello será imposible, con estaciones de servicio cuya actividad resulta por demás inviable”, concluyeron.
Fuente: Ambito