El Gran Premio Argentino Histórico dejó joyitas para todos los gustos.
Entre mediados de la década del 50 y del 60 Córdoba, la región de Cuyo y el Noroeste argentino fueron escenario de una carrera de autos que desvelaba a los fanáticos de los fierros de por entonces. Hombres y máquinas se enfrentaban a maratónicas sesiones de manejo en las condiciones más adversas. Hoy toca el turno de revivir aquellos años.
Se llamó Turismo Standard primero y Anexo J después, pero más allá del nombre lo que marcó fue una época del automovilismo, y una que el Gran Premio Histórico recordó días atrás en aquella misma geografía y con los mismos protagonistas: autos clásicos, muchos de los cuales ya están en el corazón de todos los argentinos.
La epopeya de mediados de siglo es reeditada desde 2003 por el Automóvil Club Argentino (ACA) para autos de Turismo y también Turismo Carretera. Y este año, después del paréntesis obligado por la pandemia, la fiesta se retomó.
Hubo 110 autos entre nacionales e importados, contando entre estos últimos a los modelos venidos de Uruguay como los BMW 2002, Alfa Romeo Giulia, Mercedes Benz 220 y Ford Cortina entre otros.
Por el lado autóctono, mayoría de Peugeot 404, que se ha mostrado como el modelo más aceptado para este tipo de pruebas. Las réplicas de algunos TC, son dignas de mención, como el Ford Falcon y el Torino, este último célebre modelo diseñado por Pinifarina para Ika Renault.
Muchas cosas cambiaron desde entonces en esta prueba de regularidad histórica, como el recorrido y la incorporación de modelos posteriores a 1967 -Peugeot 504, Renault 12 y los Fiat 128 y 125 entre otros-, y a partir de este año la modificación en el formato de la prueba, adoptando el sistema trébol usado masivamente en las pruebas de rally, esto es una cabecera con largada y llegada al mismo punto durante la mayor parte del recorrido.
Cuando esta competencia nació, las automotrices de la época no tardaron en interesarse en este verdadero banco de pruebas rodante, transitando caminos imposibles del país. Al notar el vertiginoso crecimiento de la competencia, la presencia internacional no tardó en concretarse.
Fabricantes de la talla de Mercedes Benz, Borward, Lancia, NSU y Volvo, entre otros, se embarcaron en la aventura de conquistar este durísimo desafío. Inevitable el recuerdo del triunfo de Gunnar Anderson en 1960, con Volvo 544. O las 4 conquistas en fila de los legendarios Mercedes Benz, destacando el de las blondas suecas Ewy Rosqvist y Ursula Wirth, primera y única tripulación femenina en llevarse el Gran Premio, en 1962.
Todo eso es lo que se recordó en estos días en las rutas del país. Una verdadera fiesta para los amantes del automovilismo local.