Tesla, General Motors, Volkswagen y Ford Motor anunciaron planes de inversiones a 2025 para la construcción de nuevas plantas de fabricación. Al mismo tiempo con una oferta mundial limitada de baterías, crece el interés de las industrias de buscar nuevos oferentes en la producción de metales.
Por su parte, Tesla, que mantiene una gran ventaja sobre los fabricantes de automóviles, sigue invirtiendo en la capacidad y tecnología de las baterías. Con lo que, en general, los fabricantes de automóviles que controlan el 50% del mercado mundial de vehículos han destinado alrededor de 75 mil millones de dólares para esté fin hasta el final de esta década. La industria automotriz tiene el desafío de multiplicar por cuatro la capacidad de las baterías a mediados de la década y cumplir con los objetivos anunciados.
Al mismo tiempo, la fabricación de las baterías también debe ser más eficiente y poder reducir costes, siendo uno de los desafíos más importantes, ya que las presiones competitivas son fuertes. Actualmente la cadena global de suministro de baterías serpentea por más de 25.000 millas antes de que termine en un automóvil.
Boom en inversiones
La adopción de vehículos eléctricos está siendo una verdadera revolución. Esto potencia la demanda de otros componentes como las baterías recargables, que usan iones de litio, y permiten transportan mayor vatios por hora, aproximadamente cuatro veces más que los otros tipos de baterías.
Gran parte de la atención reciente sobre los costes de las baterías y la problemática en la cadena de suministro se ha centrado en las materias primas utilizadas en la fabricación de baterías y los lugares en que se extraen. Este es un problema importante. El cobalto, por ejemplo, se usa en el cátodo, el lado positivo de un terminal a través del cual los iones fluyen hacia una batería de iones de litio. Aproximadamente el 70% de la producción anual de cobalto del mundo se extrae en la República Democrática del Congo, país con mal historial de derechos humanos. Por ello, algunos fabricantes de VE se están inclinando hacia el niquel, que por cierto, es más abundante y rinde más.
También los llamados metales de tierras raras se incorporan en nuevas tecnologías, desde baterías de iones de litio hasta vehículos eléctricos, turbinas eólicas y sistemas de guía de misiles. También hay una oferta mundial limitada, ya que solo un puñado de productores a nivel mundial producen los metales con China controlando la mayor parte de la producción y la capacidad del sector.
Fuente: Ambito