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El presidente de la petrolera en Argentina asumió en octubre de 2018. Su visión de liderazgo, por qué regresó al país y la importancia de convivir con el equipo de perforación cuando visita Vaca Muerta.

Sean Rooney podría considerarse un experto en liderar equipos en países con situaciones desafiantes. Se desempeñó como presidente de Shell Venezuela entre 2004 y 2008 y luego se encargó del área de exploración regional en Dubái. Desde octubre del año pasado, se convirtió en el número uno de la petrolera angloholandesa en Argentina, país con el que mantiene lazos familiares, a pesar de haber nacido en los Estados Unidos. “Nuestro desafío es que el equipo siga enfocado en el trabajo que tenemos que hacer a pesar del momento difícil de inflación y devaluación”, expresó durante su participación en CEO Profile, evento organizado por El Cronista.

En 1997 llegó por primera vez al país para hacerse cargo del área de exploración y producción de ExxonMobil. Su abuelo, de origen español, había vivido un tiempo en la provincia de Corrientes trabajando como carpintero. Por eso, asegura, se siente ligado afectivamente a la Argentina. “Es mi lugar preferido para trabajar. El año pasado fui al predio de La Rural y escuché cuando tocaban el himno, en ese momento supe que volvía  a casa”, asegura el presidente de Shell Argentina. Su regreso a estas tierras se produjo luego de que la empresa le vendiera sus activos argentinos de downstream a la brasileña Raízen, lo que lo llevó a ocuparse del segmento dedicado a la exploración y producción de hidrocarburos –upstream-, especialmente enfocado en Vaca Muerta.

Cuando visita la formación para examinar in situ el avance del trabajo de la firma, prefiere quedarse a dormir en el campamento junto al resto de los trabajadores para estar en contacto directo con ellos. “Es importante conocer al equipo y escuchar lo que hacen. Cuando voy a Neuquén duermo con el equipo de perforaciones, entonces voy a ver qué hacen a las 2 de la mañana”, afirma. Y agrega: “Eso no se aprende en los libros, el trabajo de campo que hace la gente es muy distinto del que pensás”.

Rooney no es ajeno a meter ambos pies en el barro. Justamente decidió estudiar geología en la Universidad de Indiana Bloomington porque no le gustaba encerrarse en una oficina. “Vengo de un pueblo pequeño donde la vida es de campo, de caza y de pesca. Gran parte del trabajo de un geólogo está fuera de la oficina, entonces no fue difícil elegir la carrera”, asevera. También realizó un doctorado en geofísica en la Universidad Wisconsin-Madison.

Sobre su experiencia trabajando en Medio Oriente, afirmó: “Hay diferencias en cómo se trabaja con respecto a América latina, pero si tratas a los demás con respeto, te tratan y van a tener un buen desempeño”.

“Me tocó  durante mi carrera trabajar y vivir en varios lugares que estaban pasando crisis económicas, o momentos clave de su historia, como Venezuela y Dubái, y el desafío está en que los accionistas de la compañía no entienden bien lo que está pasando”, detalló. Además, explicó el rol que ejerce la compañía en estos casos: “El desafío es que el equipo siga enfocado, entendiendo que la compañía está cuidándolos y manteniendo la estabilidad, porque somos inversores a largo plazo en energía. Entonces, cuando la situación se estabilice, estarán en un buen lugar para aprovecharlo y tomar el próximo escalón”.

Por último, señaló que, como líder, prefiere aprender y dar pocas órdenes. “No se puede saber hacer todo, se puede hacer más ayudando a los otros. Hay que escuchar”, analizó. Además, remarcó la importancia de generar relaciones más cercanas con los colaboradores: “Muchas veces escuchan cada palabra que decís y, si no sos cuidadoso, pueden hacer algo tal cual lo dijiste cuando era solo una idea. Tenés que desarrollar una relación para poder discutir esas ideas y que salgan pensando en hacer lo que es mejor y no lo que yo quiero”.

Fuente: Cronista