El Grandsphere es un prototipo que anticipa tendencias que llegarán a la calle.
Audi presentó el segundo de una tríada de concepts con los que muestra el camino que seguirá la marca de aquí a unos años. En este caso se llama Grandsphere, y se trata de una berlina de lujo -¿será el sucesor del A8?- que funciona, también, como una vidriera tecnológica.
Lo primero que llama la atención es su tamaño, con 5,35 metros de largo, 2 m de ancho y 1,39 de alto, con una distancia entre ejes de 3,19 metros. Es decir, bastante más grande que cualquier auto que podés ver en la calle.
Tiene cuatro puertas pero con una particularidad: las traseras se abren en sentido inverso al tradicional, y si a eso se suma la ausencia de un parante B, da como resultado una gran zona de ingreso que permite acceder al vehículo con total comodidad.
Y ese es otro de los puntos: ya que está pensado para ser autónomo, todo en su interior está dispuesto más al modo de una sala de estar que de un auto convencional. De hecho, posee dos butacas delanteras y atrás cuenta con un banco con espacio para varias personas.
Al contar con un nivel de conducción autónoma 4 tanto pedales como volante se ocultan por completo. Y en vez de un tablero de instrumentos o una pantalla que oficie como tal todas las informaciones se proyectan sobre la plancha central, en una solución bastante original.
Ademas, todos los comandos se pueden activar y desactivar por gestos o por voz, una tendencia cada vez más vista en los automóviles nuevos actuales.
La tracción es integral ya que cuenta con motores eléctricos en ambos ejes, que en total entregan 720 caballos de fuerza, una potencia propia de un súper deportivo. Aseguran que la batería en 10 minutos puede recargar la energía necesaria para recorrer 300 kilómetros. La autonomía máxima, por su parte, es de 750 km.
El Grandsphere es el segundo concept de una serie de tres con los que Audi adelanta su futuro. El anterior que se conoció fue el Skysphere, un roadster que increíblemente está inspirado en el del Horch 853, un auto creado por esa marca, una de las cuatro que más tarde conformó Audi (por eso los cuatro anillos del logo), hace casi un siglo.
En el caso del Skysphere Audi no optó por la famosa tracción a las cuatro ruedas, a pesar de que la propulsión es eléctrica, sino que los 632 caballos de fuerza llegan únicamente a las ruedas traseras. Así y todo, las ruedas traseras son direccionales, lo que mejora el desempeño del modelo en algunas situaciones.
Pero lo verdaderamente llamativo es que este auto puede modificar su distancia entre ejes. La variación en la distancia entre ejes es de hasta 25 cm. La variante corta es de 4,94 metros de largo, y está disponible para manejar el auto. En cambio la más extensa de 5,19 m solo lo está en modo autónomo. Tanto que no hacen falta ni volante ni pedales y estos se esconden.