La segunda productora de petróleo no convencional de la Argentina lanza una agenda sustentable. ¿Qué objetivo tiene?
Mientras intenta equilibrar sus finanzas y recuperar parte de la rentabilidad perdida como consecuencia de la crisis económica que sufre el país y de los efectos que la pandemia del Covid-19 dejó en el negocio de los hidrocarburos, Vista Oil & Gas acelera también la puesta en marcha de políticas ambientales.
La compañía, que en el último balance general correspondiente al primer semestre del año informó ganancias por $1.771 millones, es considerada la segunda mayor productora de petróleo no convencional en Argentina, con 32 pozos conectados.
Fue fundada por Miguel Galuccio, ex CEO de YPF, y actualmente lanzó dos series de Obligaciones Negociables (ON) para intentar obtener hasta u$s110 millones de inversores locales e internacionales para financiar gastos de capital para la perforación, completación y puesta en marcha de pozos horizontales en Vaca Muerta dentro de la concesión Bajada del Palo Oeste.
Pero parte esos fondos también serán orientados a apalancar sus políticas ambientales para desarrollar sus operaciones.
En especial porque sus operaciones están sujetas a un gran número de leyes y reglamentaciones relacionadas con el impacto sobre el medioambiente, que incluyen las emisiones al aire, la disposición de aguas residuales y de residuos tóxicos, los recursos para remediar suelos o aguas contaminadas con residuos tóxicos o peligrosos, y el efecto en la salud y la seguridad.
“Durante 2020, anunciamos nuestro apoyo a los 10 Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y nos comprometimos a mostrar avances sobre cómo nuestra estrategia, nuestra cultura y nuestras operaciones diarias contribuirán a los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial de las Naciones Unidas”, asegura Miguel Galuccio, CEO de Vista Oil.
“Como compañía de petróleo y gas, aspiramos a ejercer un papel protagonista en la transición energética, con el objetivo de convertirnos en una compañía de energía confiable, eficiente y de bajas emisiones de carbono”, agrega el ejecutivo.
Esos motivos lo han llevado a orientar gastos e inversiones para garantizar la confiabilidad e integridad de los activos y operaciones, y para cumplir con dichas leyes y reglamentaciones.
En este sentido, la estrategia sustentable de la petrolera para los próximo años quedó plasmada en sus estados financieros de este semestre, donde asegura llevar adelante su actividad “enfocándose en el cuidado del medioambiente, tratando de minimizar el impacto sobre el mismo, buscando potenciar los efectos positivos asociados a su trabajo y priorizando la protección de los trabajadores, el medio ambiente y la comunidad en general”.
Las principales premisas pasan por implementar el programa de optimización del consumo de recursos y el de optimización del consumo de energía; plan de reducción de residuos y el programa de optimización del consumo de energía.
También, el monitoreo de la preservación de la biodiversidad en áreas sensibles; la reducción y optimización del uso de agua dulce en los procesos de inyección (recuperación secundaria) para mejorar el proceso (inyección directa a capas productivas), reducir los costos asociados al consumo de agua dulce y cuidar el agua como un recurso renovable limitado.
A estos objetivos les suma los de minimizar la cantidad y peligrosidad de los residuos desde su origen mediante cambios en los procesos o el tipo de materiales utilizados; reutilizar o reciclar el materiales cuando sea posible; encarar procesos de tratamientos que implican la reducción o eliminación de los residuos peligrosos.
La compañía considera que la sustentabilidad es vital para su estrategia de negocios y asegura contar con la gente, los procesos y los compromisos adecuados para resolver los desafíos en materia de energía y medioambiente, tanto en la actualidad como en el futuro.
“Nuestro compromiso: como compañía de petróleo y gas, nos esforzamos por asumir un papel de liderazgo en la transición energética, con el objetivo de convertirnos en una compañía de energía confiable de bajo costo y con bajas emisiones de carbono”, anticipa Galuccio.
De hecho, en el informe de resultados, la petrolera califica al cuidado del medioambiente como un pilar integral de las operaciones y los planes de expansión.
También hace referencia a seguir reduciendo la quema de gas al mínimo posible; capturar los gases venteados de tanques de almacenamiento y deshidratadores de glicol (mediante la implementación de Unidades de Recuperación de Vapor); eliminar el gas en instrumentos (reemplazado por instrumentación de aire); detectar emisiones de metano, entre otras.
A partir de esto preceptos, la política de HSE (por las siglas en inglés de salud, seguridad y medioambiente) de la petrolera consta de 10 principios, que incluyen, entre otros, la responsabilidad; la gestión de riesgos; la gestión de eventos imprevistos; la concienciación de la comunidad y la preparación para emergencias.
Destaca los controles y procedimientos que promueven operaciones eficientes y respetuosas con el medio ambiente, en especial en la cuenca del Neuquina, donde Vista Oil construyó una posición de acres de alta calidad y una base de activos de primera clase. “Nos hemos esforzado por ser buenos administradores del aire, el agua y la tierra donde operamos”, señalan desde la empresa.
Y si bien el informe admite que la Argentina y el mundo están migrando hacia una economía con menos emisiones de carbono, también advierte que el desarrollo y la producción de petróleo y gas seguirán siendo un componente clave del suministro energético.
Por eso la empresa sostiene estar bien posicionados para “desempeñar un papel importante en la satisfacción de la demanda energética mundial de forma segura y de manera eficiente y responsable con el medio ambiente”.
Al respecto, el informe señala que una de las formas en que Vista Oil contribuye a la transición energética es a través de la flexibilidad de su base de activos de bajo costo y alta eficiencia que pueden producir en el corto plazo.
Por lo tanto, cree que el petróleo y el gas natural que produce seguirán estando entre las fuentes de energía más fiables, accesibles, versátiles y escalables para los consumidores, complementando el suministro de otras fuentes de energía para satisfacer la demanda mundial.
“Creemos que estamos bien preparados para adaptarnos al cambiante panorama de la industria del petróleo y el gas. Y nos comprometemos a liderar la transición energética, con el objetivo de convertirnos en una empresa fiable, de bajo coste y baja en carbono”, destaca el documento.
Seguridad y medio ambiente
Con respecto la gestión ambiental, Vista Oil destaca que se basa en establecer una cultura de mejora continua para la operación de sus activos apalancada en el desarrollo del conocimiento de sus recursos, velando por la integridad de las instalaciones como pilar fundamental para la seguridad de la operación.
De esta forma, asegura promover un desarrollo sustentable, de modo tal de operar dentro del marco de los principios y procedimientos referidos a la salud y seguridad de las personas y al cuidado del medioambiente.
“En Vista se trabaja con los máximos estándares de seguridad, en un marco de respeto por el medioambiente, la salud de las personas y las comunidades y con una norma de gestión medioambiental que indica cómo gestionar las emisiones atmosféricas de nuestras operaciones, incluidos los GEI, en consonancia con las iniciativas mundiales sobre el cambio climático”, asegura el trabajo.
En este sentido, la petrolera identifica sus principios rectores que incluyen:
- Identificación y cumplimiento de todos los requisitos legales aplicables
- Inventario de los procesos que liberan GEI basado en normas internacionales de cálculo, clasificación, evaluación y presentación de informes
- Reducción de los escapes resultantes de las operaciones de producción
- Control de la calidad del aire y de las emisiones atmosféricas
- Identificación y control de las emisiones fugitivas
- Inventario y notificación anual de las emisiones de GEI de alcance 1 y 2.
- Minimizar el gas quemado y venteado (metano) y los derrames ambientales
- Maximizar el transporte de fluidos a través de tuberías (actualmente en más del 90%), evitando el uso de camiones con motores diésel
- Mejorar las prácticas de seguridad de procesos para prevenir derrames de hidrocarburos
- Identificar la huella de carbono a través de la construcción del inventario de emisiones de GEI (Alcance 1 y 2) y definir una estrategia de reducción de la intensidad
- Implementar programas de optimización del consumo de energía
- Implementar el Sistema de Gestión Operativa (OMS)
Además, definió su estrategia corporativa, que se divide en dos fases, para reducir el posible impacto negativo de nuestras operaciones.
La Fase 1 incluye la determinación de su línea base de referencia de emisiones de GEI. Según este estudio, las emisiones de GEI de Alcance 1 y Alcance 2 fueron de 446.392 toneladas de CO2 equivalente en 2019 y 416.700 toneladas de CO2 equivalente en 2020.
En el caso de la Fase 2, se trata de un plan de notificación y reducción de las emisiones de GEI que incluye preparar un sólido plan de acción plurianual para reducir las emisiones, que implicará la mejora de sus instalaciones y la introducción de nuevas tecnologías.
“A partir de estos datos, estableceremos metas claras de reducción, y diseñaremos un plan de acción para disminuir las emisiones de efecto invernadero en nuestras operaciones”, destaca la compañía.
En cuanto a datos, asegura haber transportado el 99% de la producción de hidrocarburos por ductos, lo cual permite disminuir la huella de carbono de sus operaciones.
En el proyecto Bajada del Palo Oeste, el 100% del transporte del agua se hace por ductos, lo que ha evitado a la fecha más de 50.000 viajes de camión, con su consecuente impacto en emisiones GEI.
Se trata del proyecto insignia de shale oil de Vista Oil que la compañía asegura desarrollar bajo los estándares más elevados de sustentabilidad de la industria, evitando la quema de gas, utilizando ductos para transportar el crudo y el agua de estimulación hidráulica, minimizando así la huella de carbono desde el inicio de la producción.
Respuesta a la pandemia
En cuanto a las políticas de salud y seguridad y en respuesta a la crisis y emergencia sanitaria surgida de la pandemia por Covid-19, Vista Oil creó el Comité de Crisis y puso n marcha el Plan de Continuidad del Negocio para abordar la situación.
El 70% de los empleados de la sociedad continuaron trabajando desde sus hogares bajo la modalidad home office pero como la producción de hidrocarburos es un servicio esencial para la matriz productiva del país, los empleados abocados a mantener la continuidad de las operaciones continuaron su trabajo en los yacimientos con un protocolo especial, separados en burbujas independientes para asegurar el seguimiento y garantizar el menor contacto posible.
Se establecieron además controles de temperatura en el ingreso a yacimiento y personal de salud dedicado a toda hora a las operaciones. Hubo también procedimientos adicionales de seguridad, incluyendo capacitación, permisos de trabajo, auditorías internas, simulacros, reuniones de seguridad en los sitios, análisis de la seguridad en el trabajo y evaluación de riesgos.
“Este proceso ha conducido a la disminución del número de incidentes de seguridad en los que se ve involucrado nuestro personal”, asegura la empresa en su informe, donde se agrega que su sistema de gestión de la seguridad se aplica siguiendo un marco de Sistema de Gestión Operativa (SMG) y abarca a todos sus empleados y contratistas. El sistema fue diseñado sobre la base de las prácticas recomendadas para la industria del petróleo y el gas y de acuerdo con las directrices de la IOGP y la IPIECA.
Según la petrolera, el proceso ha permitido que su Índice Total de Incidentes Registrables (TRIR, por sus siglas en inglés) hay mejorado en un 70% en comparación con el del 2019.
Fuente: Economia sustentable