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En una semana, perdió casi $44.500 millones de valor bursátil, afectada por la suba del dólar y la prohibición de aumentar sus combustibles

Un combo de efectos negativos surgidos de los resultados de las PASO y de las decisiones del Gobierno tomadas para recuperar votos entre la clase media ha generado incertidumbre en el devenir financiero y operativo de YPF, la principal compañía petrolera de la Argentina y que controla casi el 60% del mercado local de combustibles.

La contundente victoria de la fórmula kirchnerista en los comicios del pasado domingo 11 de agosto, con su correlato en la disparada del dólar del lunes siguiente, sumado a la decisión del presidente Mauricio Macri de congelar el precio de las naftas hasta fin de año, pegaron duro en el valor de las acciones y en los ingresos futuros de la petrolera estatal.

En el caso de los papeles, YPF cotiza en la bolsa porteña y en la de Nueva York, donde solamente en una semana su valor de mercado cayó en $44.500 millones.

Desde el 12 de agosto y hasta la actualidad, la empresa pasó de tener un valor bursátil de $280.500 millones a $236.000 millones, castigada por los mercados como el resto de las empresas argentinas que participan del New York Stock Exchange (NYSE) y que fueron arrastradas por las dudas que genera entre los inversores el eventual gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Se trata de una caída de casi u$s800 millones en lo que vale YPF para los inversores bursátiles, teniendo en cuenta además que el 49% del capital de la petrolera cotiza en los mercados, mientras que el 51% restante es propiedad del Estado nacional.

Si bien los expertos aseguran que el precio actual de las acciones será el piso, se desplomaron casi u$s10 entre julio pasado y estos días, al punto que llegaron a rozar los u$s9,65 ubicándose en los valores históricos más bajos de la empresa, incluso menores a los u$s10 que valía en abril del 2012, cuando la entonces presidenta Cristina Kirchner decidió expropiar YPF, que por aquellos años era controlada por el grupo español Repsol.

“La cotización está muy golpeada por el resultado electoral, que genera falta de certidumbre entre los accionistas y también porque hay que explicarle a los inversores cómo se resguardarán sus fondos ante el congelamiento”, admiten fuentes cercanas a los máximos ejecutivos de YPF.

En este marco, le dan mayor importancia al resultado de las PASO en la caída bursátil y entienden que la situación seguirá así hasta que mejore la perspectiva económica del país, se disipen las dudas electorales y se aleje el riesgo de un posible default de la Argentina.

El congelamiento, bajo la lupa inversora

El decreto oficial que impide a las empresas aumentar el precio de sus naftas también ayudó a incrementar las dudas de los inversores sobre los ingresos futuros que percibirán a partir de los negocios de la compañía, más que nada hasta diciembre próximo.

En este sentido, el daño es doble, de acuerdo con las perspectivas del directorio de YPF:

-Por un lado, se verán afectados como empresa comercializadora, ya que tendrán que asumir los costos de la fuerte devaluación sin retocar el valor de sus productos en los surtidores y en un mercado en el que controlan alrededor del 60% de todas las operaciones.

-Y por otro, como productora de petróleo, estará obligada a venderse a sí misma el crudo a un precio que no es el de mercado y con sus costos alineados a los u$s60 que hoy cuesta el barril a nivel internacional, mientras que recibirán cerca de u$s47.

Si bien esa pérdida se compensa en parte por su calidad de empresa integrada, en la ecuación final termina generando menores ingresos por u$s130 millones mensuales. O lo que es lo mismo, u$s360 millones en los próximos tres meses, hasta finalizar el año.

En una empresa que desembolsa u$s3.600 millones anuales, el recorte del capex (inversión en bienes de capital) para evitar daño en sus finanzas es del 10% y ya fue anticipado a los accionistas de YPF por el propio Daniel González, CEO de la empresa, en una conference call que llevó a cabo el mismo lunes 12 de agosto.

El dinero servirá para evitar que los gastos de capital sean afectados tanto por la incertidumbre electoral como por el congelamiento de precios y surge de comparar el impacto del Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos y amortizaciones), en un marco de proyectos por casi u$s4.000 millones.

Se trata de una medida que busca blindar el aporte de los tenedores de acciones de YPF del riesgo país y de dar señales de que, a pesar de este escenario, el directorio de la empresa sigue apostando a sostener los proyectos futuros.

Una manera también de mitigar posibles demandas penales por parte del 49% de sus accionistas si consideran que, más allá de estar controlada por el Estado argetino, los ejecutivos de YPF no trabajan a favor de los intereses de la empresa.

De hecho, el Gobierno mismo envió una señal parecida al emitir un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que obligó a todo el sector a no aumentar los precios de sus combustibles dejando así a salvo al directorio de YPF de tener que acatar una decisión política que va en contra de los propios intereses de la petrolera y tener que hacerlo de manera obligada.

“El precio de la nafta a vender en las estaciones no se corresponde con la realidad, por lo que los consumidores no lo pagarán lo que realmente deberían, lo cual causará una fuerte pérdida de ingresos a la compañía”, aseguran las fuentes.

También se advierten señales de alerta para los planes de YPF enVaca Muerta, aunque en este caso el daño no es similar al que aseguran sufrirán otras petroleras radicadas en esa zona como Vista Oil. De hecho, la petrolera del ex presidente de YPF, Miguel Galuccio, ya interpuso un recurso de amparo contra el decreto que congeló los combustibles por 90 días.

En el caso de la petrolera estatal, es probable que se ralenticen algo los planes en Vaca Muerta pero se mantendrán a pesar de que el precio “congelado” del barril no sea competitivo.

“Los grandes lineamientos en esta área se mantendrán, no se verán afectados, quizá algo pueda ocurrir en el caso de las inversiones en gas, pero eso dependerá de si el Gobierno mantiene las licitaciones anunciadas”, señalan desde el mercado.

Fuente: iProfesional