A pesar de que la soja mostró un retroceso en Chicago, los productores locales vendieron durante la semana pasada más de 480.000 toneladas.
Por su parte, los altos precios del aceite de soja también le brindaron fortaleza a la cotización del cultivo ya que ayer el contrato septiembre terminó en torno a los u$s1.371,1, lo que representa una suba de u$s22,7 por tonelada respecto a la jornada previa.
Según explican en el mercado, de ahora en más, también será clave para el ingreso de divisas del campo la venta de grano por parte de los productores. Por cuestiones estacionales lógicas los agricultores locales prefieren guardar soja como resguardo o bien de cambio mientras avanzan con la venta de maíz y trigo para financiarse, pero lo cierto es que los valores por encima de los u$s500 por tonelada son muy tentadores, siempre y cuando no haya expectativas de devaluación en el tipo de cambio oficial que podría restringir las ventas ante la espera de conseguir un mejor valor.
En este marco, la calma que llegó al dólar en la última semana confiere un escenario más promisorio en lo que respecta a la venta de soja por parte de los productores mientras además avanzan a toda máquina con la comercialización de maíz y trigo.
Al respecto, el economista de CEPA Leandro Ziccarelli explica: “Si miras los futuros de dólar en el Rofex donde el BCRA no tiene ninguna participación, no se ningún salto discrecional. Por ahora el mercado no está pronosticando un salto en dólar oficial después de las elecciones. Lo que se puede esperar es una aceleración de la depreciación del que hoy viene corriendo al 11% anual y muy probablemente duplique su ritmo”.
Finalmente, según las estadísticas oficiales, durante la semana pasada los agricultores vendieron un total de 483.000 toneladas de soja, lo que representa 10.000 toneladas menos que la semana previa pero un volumen alto para esta época del año. Con una estimación de producción de 43,5 millones de toneladas, a la fecha se lleva comercializado un 62%, que equivale a 26,8 millones de toneladas.
Fuente: Ambito