El consumo de combustibles más contaminantes de las centrales térmicas del país sigue alto. El mes pasado repuntó el gas, pero todavía no volvió a los niveles de 2019.
El segmento de la generación térmica del país atraviesa uno de los momentos más críticos de los últimos años y ante la menor disponibilidad de gas aumentó aceleradamente el uso de combustibles con mayor huella de carbono. Uno de los ejemplos más elocuentes es el de gasoil que en junio se registró la quema más alta desde 2017.
Según el informe de junio de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), el consumo de gasoil para la generación fue de 453.000 metros cúbicos (m3) en el mes. No solo significó un salto interanual del 339,7% (103.000 m3) sino que se trata de la marca más alta desde julio del 2017.
Hace casi 4 años la utilización del combustible para abastecer las centrales térmicas fue de 507.000 m3, y si bien es el registro más alto hasta la fecha, el consumo del mes pasado estuvo un 10% por debajo. Un dato que anticipa cómo serán los registros a finales de este año.
La todavía lenta producción de gas es la principal razón del desequilibrio que se ve desde hace meses. Acorde a los datos oficiales durante junio volvió a caer el consumo de gas natural un 3,5% a nivel interanual y la variación porcentual del año móvil fue del 7,1%. Vale recordar que la caída que se registró el mes pasado fue del 14% lo que marca un repunte en la utilización.
En detalle, en junio de este año se utilizaron 1.203 millones de m3 lo que significa un consumo diario de 40.100.000 de m3 por día, mientras que en junio del año pasado se usaron 1.246 millones de m3, unos 41.533.333 de m3/d. Esta brecha fue más marcada en mayo y es que se utilizaron 35.400.000 m3/d y en el mismo mes de 2020 unos 41.130.000 m3/d.
En contraste del lento repunte en el uso de gas aparece el acelerado incremento en la utilización de fuel oil que aumentó en junio un 118,7%. Se quemaron 92.000 toneladas para la generación eléctrica el mes pasado y en 2020 habían sido 42.000 toneladas.
El carbón mineral también aumentó fuertemente y es que durante junio se quemaron 85.000 toneladas del combustible lo que significó un alza del 227,2%. El año pasado se utilizaron 26.000 toneladas.
De esta maneta el gráfico de la participación de cada combustible para la generación en junio quedó así: 69% para el gas natural; en segundo lugar, quedó el gasoil con 17,8%; luego el fuel oil con 9,3% y por último el carbón mineral con 3,9%.
El consumo en los últimos 3 años
Las variaciones que se ven año a año en la utilización de combustibles sucios da cuenta de una marcada tendencia preocupante. Por el lado del gas marcamos que el consumo del mes pasado quedó un 3,5% por debajo del 2020, pero si se lo compara con 2019 se ve una caída del 12,06%.
El gas para la generación es el único combustible que registra caída en los últimos años. Los datos de junio marcaron un incremento en el uso de fuel oil del 118% a nivel interanual y del 149% respecto a 2019.
En el caso del gas oil la variación que se vio en entre 2019 y 2021 es sustancial: los 453.000 m3 que se utilizaron en junio significan un alza del 978% respecto al mismo mes de 2019. Por último, la utilización de carbón mineral se mantuvo pareja en junio de 2020 y 2019 con 26 y 27 mil toneladas en ambos casos, por lo que la comparación con el año vigente es similar: 220%.
Fuente: Rio negro