Ambos sectores buscan aumentar la productividad para exportar más y bajar precios en el mercado interno.
Estos desafíos son realizables, pero requieren de una inversión de 2.700 millones de dólares para incorporar 35 mil cerdas reproductoras por año. “Cuando estuvimos con el ministro Kulfas surgió la posibilidad del financiamiento. Nos pidió un listado de quiénes estarían dispuestos a invertir y a las 3 semanas le llevamos los nombres de 70 productores que podrían adquirir 50 mil cerdas”, aseguró Franke.
La idea es producir 150.000 toneladas de carne en 2 años y medio. Esa carne podría sustituir el equivalente en carne vacuna que a su vez se podría exportar. El cálculo que terminó de convencer al gobierno es el de los ingresos que se podrían obtener al disponer de más carne bovina para exportar, lo que implicaría ingresos por alrededor de 675 millones de dólares. La oportunidad es real y los créditos podrían comenzar a concretarse en las próximas semanas.
En el caso de la avicultura ya se otorgaron los primeros préstamos. Roberto Domenech, Presidente de la Cámara de Empresas Productoras Avícolas (CEPA) destacó que “el sector tenía una fuerte necesidad de financiamiento porque esta muy atrasado en las inversiones”.
La cría de pollos vivió años de gran expansión entre 2004 y 2012. En ese período se construyeron galpones nuevos y se renovó la tecnología para aumentar la eficiencia, sin embargo lo que en aquellos tiempos era “tecnología de última generación” hoy ya no lo es.
“El planteo que le hicimos a fines del año pasado al Ministro Kulfas consistió en la necesidad de contar con una línea de crédito específica para actualizar los galpones. A diferencia de años anteriores, hoy sólo el 20% de las granjas son de punta, el 60% tiene tecnología media y hay otro 20% que es de baja escala”, aseguró Domenech.
Luego de varias reuniones, la línea de créditos para la avicultura ya está vigente. Hay 2500 millones de pesos disponibles para inversiones. Los créditos más bajos son de $ 15 millones con tasa del 18% y están dirigidos a las granjas más pequeñas. Los más importantes son de hasta 250 millones de pesos, un monto que permitiría afrontar la construcción de un galpón de última generación. En estos casos, el plazo es de 80 meses con tasas que comienzan al 22%, luego pasan al 25% y los últimos 3 años son al 30%.
El año pasado se produjeron 2,4 millones de toneladas de carne aviar y con el nuevo proyecto se podrían ampliar los metros cuadrados de granjas y acelerar la reconversión de los galpones. Para 2025 se pronostica un crecimiento del 3% anual, es decir 100 mil toneladas por año y lograr 2,7 millones de toneladas. Más productividad podría reducir los costos, lo que redundaría en más competitividad en el mercado externo y una posible baja del precio de venta del pollo en la góndola, algo que también le interesa al gobierno.
Fuente: Rio negro