En 2016 ocurrió una contingencia que derivó en un juicio en el que se consideró que la firma no tomó las medidas preventivas necesarias. Queda como antecedente favorable para Neuquén a la hora de sancionar petroleras el concepto de riesgo de potencial daño ambiental.
Un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) a favor de la provincia de Neuquén obligó a una petrolera a pagar una multa por no aplicar las medidas necesarias para “evitar” una contingencia y es un antecedente que podría incrementar la cantidad de multas por parte de la autoridad de aplicación. La provincia asegura que ahora se podrá avanzar sobre qué acciones previas tomaron y no cómo actuaron luego del derrame.
Energía On tuvo acceso a la sentencia de la Sala Procesal Administrativa del TSJ, integrada por Oscar Massei y Soledad Gennari, con fecha del 30 de junio del 2020, a través de la cual se rechazó la demanda que había presentado la petrolera al considerar que no debía ser sancionada por lo que sucedió.
“Se concluye en general en que a partir del fallo analizado se cimentan bases sólidas jurisprudenciales para casos donde se sancione administrativamente el incumplimiento del principio y deber de prevención, creando riesgo de potencial daño ambiental, independientemente de otras obligaciones accesorias”, dice un informe que elaboró la subsecretaría de Ambiente de Neuquén al que accedió este medio.
El fallo que se realizó en junio del año pasado concluyó con un proceso que llevó más de 4 años entre disposiciones, recursos administrativos, apelaciones y un enjuiciamiento. Para la subsecretaría de Ambiente es un hecho que mejorará las perspectivas a la hora de reclamar multas a las empresas por derrames.
El hecho sucedió en 2016 en el área de campos maduros Chihuido de la Sierra Negra que opera la petrolera de bandera YPF y fue uno de los 750 que genera la industria por año en la cuenca. Por una rotura de un caño se produjo un pequeño derrame de agua lo que condujo al levantamiento del suelo y posterior saneamiento de la zona afectada por parte de la firma.
Si bien la empresa actuó rápido y también realizó el correspondiente aviso a la subsecretaría de Ambiente, tal como está estipulado por ley, la provincia le aplicó una multa administrativa de $285.632 impuesta por la Disposición 642/16.
Acá es precisamente donde se genera el cambio de paradigma para Ambiente porque a la empresa no se la acusa de no haber actuado correctamente luego del derrame, sino por no haber realizado los mantenimientos para prevenirlo.
Fuentes de Legales consultadas tienen una mirada un poco más amplia sobre el planteo de la provincia. “La interpretación de este caso es, al menos, discutible. Básicamente se pone a las empresas frente al concepto de una operación perfecta, cosa que en cualquier industria no sucede. Distinto es que se demuestre que hubo negligencia por parte de las petroleras”, le dijeron a este medio.
Según publicó Energía On en base a datos de la autoridad de aplicación, entre 2015 y 2018 en la Cuenca Neuquina hubo más de dos derrames por día de los cuales el 80% de las contingencias fueron provenientes de los yacimientos maduros y el 93,36% fueron de baja peligrosidad, es decir que la mayoría fueron derrames menores.
En total hubo 3.368 incidentes ambientales en ese período, lo que equivale a casi 750 por año. La corrosión interna de los materiales es la falla más común y se debe a la constante exposición al agua, cloruros y contaminantes del gas.
“De esta manera, desestimar agravios por la vulneración de principios penales de tipicidad y culpabilidad, fortalece el criterio de no entender como reprochable únicamente hechos explícitos de contaminación, sino también aquellas conductas que tengan potencialidad de producir el daño, sancionando el no haber evitado su producción”, agrega el informe de Ambiente.
Lo interpretado como reprochable es el incumplimiento del principio y deber de prevención que generan un peligro en abstracto por la creación del riesgo.
La lectura del gobierno provincial sobre el caso y el antecedente que queda marcado para nuevos derrames y contingencias es algo real. Sin embargo, esto no significa que las petroleras dejarán de apelar a las multas –que pagan previamente- y lo más probable es que todos los casos terminen en juicios que no son gratis para ninguna de las dos partes.
Fuente: Rio negro