La inventaron ingenieros de la Universidad de Seúl.
Un equipo de ingenieros de la Universidad de Seúl, Corea del Sur, inventaron un neumático que podría convertirse en la solución a muchos problemas para los conductores: cambia de forma mientras rueda y se adapta a la condición que el vehículo necesite en ese instante.
El proyecto está basado en el patrón de origami, conocido como bomba de agua. Esto permite que la rueda cuente con estructuras en posición perpendicular a la dirección de la carga, y otras en posición perpendicular a la dirección de la fuerza transformadora. Así, se pueden mantener ambas posiciones con un costo mínimo de energía.
El funcionamiento es muy sencillo: a través de un botón conectado a un sistema electrohidráulico, se activa la transformación del formato bajo al alto, y viceversa. Es una solución ideal para adaptar la altura del vehículo y la capacidad del neumático en base a la superficie.
Durante el desarrollo, los ingenieros tuvieron que modificar la estructura de la rueda en numerosas ocasiones, así como también la ubicación de sus componentes rígidos en el sustrato de polímero, el grosor del sustrato y la distancia entre los fragmentos rígidos.
El resultado fue una rueda conformada por varias partes. Las principales son el buje y las que forman la llanta y los radios. Al mismo tiempo, se ubicaron internamente las estructuras autoblocantes a fin de conservar la integridad estructural de la rueda. Eso se logra, además, porque los radios convergen entre sí y la carga del auto y del relieve cae principalmente sobre las partes perpendiculares. La rueda está armada con una base elástica compuesta por PET y tela de nailon.
Los ingenieros produjeron cuatro prototipos sobre un chasis de un auto con motor eléctrico: dos con un diámetro de 80 centímetros y un ancho de 22 centímetros, y dos con un diámetro de 46 centímetros y un ancho de 48 centímetros.
En las pruebas, detectaron que las ruedas pueden tolerar una carga de 10 + 2 kilonewtons, y que la transformación a una velocidad de un metro por segundo lleva cinco segundos. Es más de 50 la relación entre la masa de carga útil permitida y la masa de la rueda.
Por el momento, las pruebas se remitieron únicamente a evaluar el rendimiento de la estructura. A futuro, los especialistas aclaran que en un tiempo necesitarán probar la resistencia a largo plazo a los niveles de vibración y ruido, al mismo tiempo de adaptar los materiales y técnicas de producción a los que se utilizan actualmente para la producción de neumáticos a nivel global.
Fuente: TN