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Es el Q4 e-tron y Q4 Sportback e-tron.

Audi avanza en su polícita de electrificar modelos de su gama y presentó a nivel mundial su nuevo SUV compacto completamente eléctrico, el Q4 e-tron. Como ya es costumbre en este tipo de modelos, lo ofrece con una carrocería tradicional y una opción “tipo coupé”, que la marca denomina Sportback.

Este modelo se ubica por debajo del e-tron y Sportback e-tron, los SUV que marcaron el inicio de la era 100% eléctrica a la venta de Audi. Con 4,49 metros de largo, se ubican en el segmento mediano, para enfrentar a sus rivales de BMW, Mercedes-Benz y Porsche, entre otros.

La principal gran diferencia entre el Q4 e-tron a secas y la variante Sportback está en la parte posterior, donde este último muestra una caída más suave y no tan abrupta. El resto de las líneas siguen los principios vistos en los últimos modelos de la casa de los anillos.

Es el segundo SUV 100% eléctrico a la venta de Audi.

Aunque su llegada a la Argentina todavía no fue confirmada, en Europa estará disponible en tres opciones mecánicas. La primera (35) con 170 CV y la segunda (40) con 204 CV, en ambos casos con tracción traseras. La tercera y más deportiva (50) goza de 299 caballos de fuerza y tracción a las cuatro ruedas.

En este ultimo caso puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h, mientras que las otras versiones pueden acelerar en 8,5 y 9 segundos y llegan hasta los 160 km/h.

El Q4 convencional (no Sportback).

Las baterías tienen una capacidad de 52 y 77 kWh, y la autonomía declarada por el fabricante es de 341 kilometros en la versión de entrada, 520 km en la intermedia y 488 km en la más potente.

Mediante unas levas detrás del volante esta vez no se pueden pasar cambios, sino elegir tres niveles de para la frenada regenerativa; esto es, cuando se frena el sistema recarga las baterías. También se puede poner en un modo automático, que decide en función de lo que considera mejor en cada caso.

La versión Sportback tiene una caída posterior diferente.

Una de las novedades en el equipamiento es el sistema de realidad aumentada que estrena. La proyecta en el parabrisas y aseguran que permite una lectura más clara y segura de las indicaciones. Por ejemplo, colocar una flecha “sobre” la calzada en la esquina en la que debemos doblar.

Otro cambio es que los botones del volante dejan de ser precisamente botones y pasan a ser por tacto, una solución que tendrá defensoers y detractores.

Interior con nuevo volante y realidad aumentada.