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Una consultora explicó qué efecto tiene cada aumento de los combustibles sobre el Índice de Precios al Consumidor. Aseguran que el porcentaje de afectación final no necesariamente es lineal.

Cada vez que hay un aumento en el precio de los combustibles se suele estimar que el porcentaje de suba causará un impacto del mismo porcentaje en la inflación. Si bien es cierto que los precios al consumidor se incrementan de manera directa ante cada suba, el porcentaje de afectación final no necesariamente es lineal.

El proceso inflacionario tiene que ver con un conjunto de precios y no con un solo precio en particular. En ese contexto es que muchas veces se habla de una manera simplista que si subió un 10% el precio de los combustibles eso traduce en un altísimo impacto sobre la inflación y la realidad es que no es así”, explicó el presidente de la consultora Economic Trends, Gastón Utrera, que elabora informes mensuales para la Confederación de Entidades Comercializadoras de Hidrocarburos y Afines (Cecha).

Según indica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el informe de Metodología del Índice de Precios al Consumidor (IPC), en el que explica cómo se calcula el impacto de los bienes y servicios en la inflación, el efecto de los aumentos a los combustibles varía según la región. 

Para el segmento de Combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar, sobre una base del 100%, el impacto en la inflación es del 3,78% para el Gran Buenos Aires, del 4,59% en la región Pampeana, del 4,26% para el Noreste, del 3,80% para el Noroeste, del 5,63% en Cuyo y, por último, del 5,12% en la Patagonia. ¿Qué es lo que indica esto?

Si hay un aumento en el precio de los combustibles del 10%, lo que sería mayor al que se vio en marzo que fue del 7%, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumenta aproximadamente un 0,38% en el Gran Buenos Aires; un 0,46% en la región Pampeana; un 0,43% en el Noreste; un 0,38% en el Noroeste, un 0,56% en Cuyo; y un 0,51% en la Patagonia.

El promedio simple es de un 0,45%, que significa que si sube un 10% la nafta el IPC sube menos de medio punto porcentual. “¿Suben los precios al consumidor de manera directa? Sí ¿Suben en un porcentaje parecido al precio de los combustibles? De ninguna manera”, señaló Utrera en su presentación.

El IPC en definitiva es un promedio ponderado de la evolución de los precios de una canasta de bienes y servicios, uno de los cuales, es el de Combustibles y lubricantes del uso del hogar.

El otro impacto que hay sobre los precios

Además del efecto directo que tiene cada aumento en el precio de los combustibles sobre la inflación, también hay otro mecanismo indirecto que es cuando la suba del precio del gasoil impacta en los costos del autotransporte de cargas y eso a su vez se refleja en el precio final de los bienes que se consumen.

“Teniendo en cuenta la participación del gasoil dentro de los costos del autotransporte de cargas, hay otra incidencia en el precio final de los productos. Por cada 10 puntos porcentuales sube 0,09% las manzanas, 0,10% los limones, un 0,17% en leche, un 0,08% las gaseosas y un 0,02% una pieza de fundición”, sumó Utrera.

Los datos que presentó en este caso fueron extraídos del informe de Incidencia del Costo del Autotransporte de Cargas y del Sistema Estadístico de Costos del Autotransporte de Cargas de la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas de Córdoba (CEDAC).

El máximo impacto en estos productos se ve en el precio de la leche por la alta incidencias del transporte que hay en toda la cadena productiva desde el campo hasta su venta final. Algo que no sucede con las piezas de fundición que además tienen un altísimo costo comparado a la leche.

“Los números que presentamos son para no caer en el error del razonamiento de pensar que hay una relación lineal en la que un 10% de aumento de combustibles se traduce en un impacto del 10% en la inflación. Está lejísimos de ser así”, concluyó Utrera.

 

 

 

Fuente: Rio negro