Cambiando pequeñas cosas en el día a día podés ahorrar mucho dinero en la estación de servicio.
Subió la nafta por quinta vez en el año y llenar el tanque de combustible de algunos de los vehículos más vendidos del mercado argentino puede costar entre 3.800 y 7.100 pesos en las estaciones de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.
En este contexto, y sobre todo ante las dos próximas subas que se vienen de aquí a mayo, mes en el que algunos combustibles superarán la barrera de los 100 pesos por litro, es importante para el bolsillo de los argentinos conocer cuáles son los cinco puntos clave que ayudan a no gastar de más.
Qué hacer para gastar menos combustible
- Manejar con un estilo suave. Es el primero y más importante de los consejos. Acelerar y frenar bruscamente eleva el consumo de combustible de cualquier auto y en cualquier condición. Para evitarlo, es clave circular a velocidades constantes todo lo que se pueda y subir de cambio cuando el motor gire entre 2.000 y 3.000 rpm, excepto en condiciones de sobrepaso (en esa situación, es indispensable el rebaje).
- Usar apropiadamente el aire acondicionado. Se estima que un uso excesivo dispara el consumo hasta un 10 por ciento. Por “uso apropiado” se entiende encenderlo únicamente cuando sea necesario. En ciudad, dentro de lo posible, se aconseja apagarlo y circular con la ventanilla baja para ventilar el habitáculo. En ruta, la ecuación cambia: lo que te ahorrás por no prender el aire lo gastás por tener la ventanilla baja, ya que a velocidades elevadas empeora la aerodinámica (el viento entra y hace fuerza en contra) y el motor debe hacer más esfuerzo. Para desempañar los vidrios también es clave su utilización.
- Evitar cargas innecesarias. Cuanto más peso en equipaje y ocupantes tenga que mover el auto, más tendrá que trabajar el motor y, por ende, más combustible necesitará. Dos autos iguales, en el mismo camino y en las mismas condiciones, pero con peso desparejo gastarán distinto. Otro punto clave: en lo posible, no llevar objetos en el portaequipajes porque, además de sumar peso, altera la aerodinámica.
- Mantener el auto en buen estado. Además de brindar más seguridad, realizar los servicios programados en tiempo y forma, tener el auto balanceado y alineado, y no circular con piezas mecánicas rotas o desgastadas es fundamental para que el motor no gaste de más.
- Circular con la presión de neumáticos adecuada. Es fundamental inflarlos con las libras que indica el fabricante (en el manual del auto lo dice y, generalmente, también en las puertas) para distintas condiciones, ya que no se requiere la misma presión en ciudad, en ruta o en el off-road. Los especialistas dicen que el 20 por ciento del gasto de combustible es provocado por la resistencia a la rodadura de los neumáticos.
A estos cinco puntos se les pueden sumar otros dos que no están en manos del conductor: las condiciones del tránsito y las condiciones del medioambiente. En relación a lo primero, cuanto más cargadas estén las calles de una ciudad, mayor será el consumo por la cantidad de veces que se debe frenar y acelerar. Y sobre lo segundo, está comprobado que la altitud, la presión atmosférica, el viento, la lluvia, la humedad, la contaminación, la temperatura y hasta el polen pueden alterar el gasto de combustible.
Fuente: Rio negro