Dos de los tres hombres más ricos del mundo están separados por 17 años de edad y visiones muy diferentes sobre qué hacer con el dinero
En noviembre del año pasado Elon Musk superó en fortuna personal a Bill Gates y desde enero de este año alterna con Jeff Bezos, el creador de Amazon, la condición de persona más rica del mundo. Gates quedó en la posición de distante tercero y se dedica más a los temas globales y las actividades filantrópicas de su Fundación que al manejo de Microsoft, la empresa que creó junto a Paul Allen.
Musk, nacido en Sudáfrica, nacionalizado canadiense y norteamericano, padre de 6 hijos, 49 años y creador de Tesla (por capitalización de mercado la automotriz más grande del mundo, aunque fabrica apenas una fracción del número de vehículos que producen Volkswagen y Toyota) difiere en casi todo con Gates y casi no perdió oportunidad de manifestarlo. En una ocasión hasta lo llamó “cabeza hueca”, calificativo extraño para aplicar a uno de los creadores de una de las tres empresas más valiosas del mundo (podio que actualmente comparte y con la petrolera Aramco e inventor del sistema que revolucionó la experiencia de los usuarios de computadoras en todo el mundo.
Las cosas entre ambos se calentaron el último año, debido a las diferencia de actitudes ante la pandemia de coronavirus, dice la versión español de la revista Business Insider.
Mejor un Porsche
Ya en febrero del año pasado, Gates había dicho que no le gustaban los autos de Tesla. Aunque estaba de acuerdo en que el desarrollo de los vehículos eléctricos es importante en la lucha contra el cambio climático, él había preferido otra marca, un Porsche Taycan. Ya entonces Musk reaccionó diciendo que las conversaciones con Gates le habían resultado “decepcionantes”.
El choque de opiniones se fue agudizando con el coronavirus. A poco de que la pandemia irrumpiera en EEUU, en abril, Gates señaló desde su blog personal un escrito que tuvo amplia difusión y en el que listaba 5 prioridades para enfrentar el virus, al que consideró de entrada muy importante y peligroso: tratamientos, vacunas, testeo, rastreo de contactos y políticas para reabrir la economía.
Además, el fundador de Microsoft hizo varias donaciones, la última de ellas en diciembre pasado, cuando la Fundación Bill y Melinda Gates comprometió el aporte de USD 250 millones para el combate mundial a la pandemia.
Pocos días después, al presentar un balance trimestral , Musk tuvo una actitud por completo diferente y calificó de “fascistas” las medidas de confinamiento dispuestas por California, sede central de Tesla. Las equiparó con “encarcelar por la fuerza a las personas en sus hogares, contra todos sus derechos constitucionales”. Había allí también una cuota de interés propio, había debido cerrar temporalmente la planta central de Tesla, por no ser considerada una “actividad esencial” en el estado.
Musk calificó de “fascistas” las medidas de confinamiento dispuestas por California, sede de Tesla. Dijo que era como encarcelar por la fuerza a las personas en sus hogares, contra todos sus derechos constitucionales
Mientras Gates se mostró siempre interesado por el coronavirus, Musk minimizó su gravedad, criticó las cuarentenas, promovió durante un tiempo (al igual que Donald Trump y Jair Bolsonaro), el uso de la hidroxicloroquina, afirmó erróneamente que los niños eran totalmente inmunes y hasta proyectó –también erróneamente- que hacia fines de 2020 habría “cerca de cero nuevos casos” de covid.
Escalada
La cuestión escaló en julio, cuando Gates criticó los dichos de Musk y le recomendó no hablar sobre el tema. “La posición de Elon es mantener un alto nivel de comentarios escandalosos. No está muy involucrado en el tema vacunas. Sus coches eléctricos son buenos y sus cohetes funcionan bien y le permiten decir esas cosas, pero espero que no confunda áreas en las que no está muy involucrado”, lo retó en público.
¡Para qué! Ya entonces, Musk había orientado recursos de Tesla a la producción de respiradores y se había asociado a la empresa alemana de tecnología CureVac, en la que Gates es inversor, para producir dispositivos que ayudaran, precisamente, en la producción de vacunas.
En un podcast con el New York Times, cuando le preguntaron si pensaba vacunarse, Elon aprovechó para responder a los comentarios de Bill diciendo que había pasado tiempo con epidemiólogos de la Universidad de Harvard “haciendo estudios de anticuerpos”, destacó el trabajo de Tesla con CureVac y agregó: “Gates dijo algo acerca de que yo no sabía lo que estaba haciendo; oye, cabeza hueca, estamos fabricando las máquinas de vacunas para CureVac, esa empresa en la que has invertido”.
Además, en comentarios por Twitter, Musk se tomó a Gates a la chacota cuando escribió “Billy G is not my lover” (Billy G no es mi amante), a propósito de un tema de Michael Jackson. Y en otro tuit escribió que “el rumor de que Bill Gates y yo somos amantes es completamente falso”.
Mientras, Gates había escrito otro artículo en su blog, en el que dijo que si bien estaba a favor de los autos eléctricos, no consideraba muy práctico hacer vehículos de 18 ruedas completamente eléctricos. No mencionó a Tesla, que desarrolla un modelo de ese tipo, pero fue suficiente para que poco después, cuando un usuario le preguntó por Twitter sobre ese comentario, Musk dijera que el creador de Microsoft “no tiene ni idea” sobre camiones eléctricos, devolviendo la gentileza de cuando Bill le había “prohibido” hablar del coronavirus.
Elogio al cohete
Gates, a su vez, elogió los cohetes de SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk, que ya participó en varios lanzamientos de la NASA, pero en cambio criticó los proyectos aeroespaciales de Musk, que pretende “colonizar” Marte a partir de 2026 y llegar a transportar, hacia el 2050, un millón de humanos al planeta rojo en el que, además, pretende que lo entierren al morir.
Los cohetes de Elon son buenos, dijo Gates, antes de lanzar el estilete. “No creo que los cohetes sean la solución, pero tal vez me esté perdiendo algo”. Y agregó que preferiría gastar su dinero en vacunas “aquí en la tierra”, antes que en viajes espaciales. De todos modos, matizó esa crítica con otro elogio al decir que “Tesla es “una de las mayores contribuciones al cambio climático que nadie haya hecho jamás” y agregar que “subestimar a Elon no es una buena idea”.
Gates dijo que prefiere gastar su dinero en vacunas, aquí en la Tierra, antes que en viajes espaciales. Musk pretende llevar un millón de seres humanos a Marte y pretende que al morir lo entierren allí
Por último, Gates, que en octubre cumplirá 66 años, es escéptico sobre las criptomonedas, una posición diferente de Musk, casi 17 años menor, que ha sido uno de sus impulsores. De hecho, Tesla compró USD 1.500 millones en bitcoins y anunció que aceptará la más popular criptomoneda como medio de pago para la compra de sus vehículos.
En una entrevista con la agencia Bloomberg, Gates, autor de un libro sobre cómo combatir el cambio climático, no se privó de remarcar que el “minado” de bitcoins requiere una gran cantidad de energía, por lo que no es muy amigable con el ambiente, otro motivo, además de su altísima volatilidad, por el que desaconsejó no invertir en la más popular “criptomoneda”.
Y cuando le recordaron que Musk y Tesla habían hecho, lo contrario, Bill respondió: “Elon tiene toneladas de dinero y es muy sofisticado, así que no me preocupa que su bitcoin suba o baje de forma volátil”.
Elon todavía no respondió a ésa.
Fuente: Infobae