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Un informe de Invertironline.com analiza las principales características e indicadores de los mercados de la soja, el maíz y el trigo, con el objetivo de encontrar indicios que nos den alguna señal de sus tendencias en los precios en el futuro. A su vez, propone instrumentos de inversión a través de los cuales invertir en estos commodities.

La soja superó este martes los u$s500 la tonelada por primera vez desde 2014 -pese a que cerró a u$s496,60-, y viene de subir casi 40% en 2020. A la par, el maíz opera en niveles máximos de seis años, mientras que el trigo también acumula importantes subas en los últimos tiempos.

Más allá del beneficio que recibe el sector agroexportador por el incremento de los valores de estos commodities, existen en el mercado varias alternativas de para inversores en general que permiten aprovechar el boom de la oleaginosa, y el resto de los cereales y granos.

A la hora de invertir en commodities es importante hablar sobre los factores que podrían impulsar el alza de la soja, del maíz y del trigo de cara al 2021.

Los granos y oleaginosas son recursos renovables cuya oferta global fluctúa constantemente, determinada en gran medida por los ciclos de producción de los cultivos, las condiciones climáticas y los cambios que se presentan en la demanda del mercado global.

Un informe de Invertironline.com analiza las principales características e indicadores de los mercados de la soja, el maíz y el trigo, con el objetivo de encontrar indicios que nos den alguna señal de sus tendencias en los precios en el futuro. A su vez, propone instrumentos de inversión a través de los cuales invertir en estos commodities.

El precio de las materias primas se fija en dólares y es por esto que es clave seguir su evolución. Los commodities presentan una relación inversa con el valor del dólar. Si el dólar crece, el precio del commoditie baja, mientras que, cuando el dólar sube, el precio del commoditie tiende a bajar.

Para ver la evolución del dólar frente al resto de las monedas de economías desarrolladas comúnmente se utiliza el índice dólar (DXY). Específicamente, este índice compara diariamente el comportamiento del dólar estadounidense frente a las otras seis principales divisas del mundo: el euro, el yen japonés, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo.

Para el caso de los commodities, desde InvertirOnline.com proponen suscribir, a través de cuentas de inversión en EEUU, al ETF (Exchange-Traded Fund) denomindado “United States Commodity Index Fund”, cuyo ticker es USCI.

“Este fondo constituye una buena métrica del nivel de precios de los commodities en su conjunto, dado que tiene en cartera contratos de futuros de materias primas de los grupos de energía, granos, metales industriales, metales preciosos y ganado”, afirman.

Con la irrupción del coronavirus y las cuarentenas en el mes de marzo de 2020, hubo una fuerte apreciación del dólar producto del “fly to quality” que se dio ante la incertidumbre generada en los mercados financieros. Este proceso de “vuelo hacia la calidad” se manifiesta cuando los inversores se desprenden de posiciones que consideran más riesgosas y tratan de refugiarse en activos más seguros. El correlato de la apreciación del dólar fue una caída abrupta en el precio de los commodities.

Sin embargo, a continuación se manifestó una sostenida depreciación del dólar y un incremento en el precio de los commodities, en el marco de una política fuertemente expansiva por parte del Estado norteamericano. Si bien todos los países acudieron a la emisión monetaria para paliar los efectos económicos desatados por la pandemia, al remitirnos a los datos monetarios, nos encontramos con que la Reserva Federal de EEUU (FED) emitió dinero en mucha mayor medida que en comparación con el Banco Central Europeo, el Banco Central de Japón o el Banco Central de Inglaterra, remarca el informe.

“La Fed amplió la masa monetaria (medida a través del agregado monetario M2) en términos interanuales en un 25%, mientras que sus pares de economías desarrolladas lo hicieron en un 10% aproximadamente. De cara al 2021, se prevé que la Fed mantenga las tasas de interés de referencia en el rango de 0-0,25%, y recientemente se aprobó un nuevo paquete de estímulos por un valor de 900.000 millones de dólares que tendrá impacto en la economía en el año entrante. Adicionalmente, se proyecta que en EEUU el déficit fiscal como porcentaje del PBI para este año sea del 9,9%, muy superior al 5,5% que se pronostica para la eurozona”, describen desde InvertirOnline.com.

Todos estos elementos preludian un dólar débil, lo que constituye un factor alcista para el precio de los commodities en su conjunto. Asimismo, los próximos meses serán claves para la recuperación de los commodities agrícolas ya que se espera una fuerte reactivación de la demanda que muestra signos de recuperación, creen en InvertirOnline.com.

¿Cómo invertir en soja?

Los analistas de InvertirOnline.com reconocen 3 factores que explican la fuerte suba del commodity y que incluso, de mantenerse, pueden anticipar próximos incrementos en el precio en el corto plazo:

1) Fuerte demanda de China: la demanda del gigante asiático se reactivó a niveles precoronavirus. En el mes de octubre las importaciones aumentaron más de un 40% interanual y totalizaron 8,69 millones de toneladas. Más allá del contexto actual, lo que está detrás de las crecientes importaciones de soja por parte de la potencia asiática, es la transformación que se está dando en la alimentación de la población china a partir de la exponencial y sostenida suba del PBI per cápita en los últimos 20 años. La soja es el componente fundamental de la alimentación de la ganadería porcina china y esto ocurre en un momento en el que hay un vuelco masivo de su población al consumo de proteínas cárnicas. El USDA estima que China importará 122 millones de toneladas de soja en 2021/2022, con una tendencia que se intensifica a partir de entonces, y alcanzaría los 200 millones de toneladas en 2025.

2) Clima seco en regiones de Sudamérica. La falta de precipitaciones en las regiones productivas de Brasil y Argentina podrían poner en riesgo el potencial productivo, en medio de pronósticos que confirmarían el incremento de posibilidades del fenómeno climático “La Niña” (este fenómeno hace que existan menos precipitaciones y condiciones más frías de lo normal).

3) Caída de los stocks finales. Para la campaña 2020/21, el USDA prevé el nivel de existencias finales más bajo de las últimas 5 campañas, siendo de 86,52 millones de toneladas.

Ahora bien, ¿cómo invertir en soja? Se puede suscribir desde una cuenta de inversión de Argentina al Fondo Común de Inversión Premier Commodites, que tiene una posición del 50% de la cartera en futuros de soja negociados a través de MatbaRofex, comentan desde InvertirOnline.com

También mantiene exposición a otros commodities como el oro, el petróleo y el mineral de hierro a través de los CEDEARs de Barrick Gold (BCBA: GOLD), Petrobras (BCBA: PBR) y Vale (BCBA: VALE).

En el mes de noviembre del año pasado rindió un 8,9% y en lo que fue de 2020 acumuló un rendimiento del 87%, convirtiéndolo en uno de los fondos con mejor actuación del 2020.

Desde una cuenta de inversión en EEUU (que se puede abrir desde Argentina), se puede comprar el ETF denominado “Teucrium Soybean Fund” (NYSE: SOYB), que provee una forma fácil de ganar exposición al precio de los futuros de soja.

¿Cómo invertir en maíz?

El maíz es uno de los cereales más utilizados a nivel mundial que se destaca por su uso para la alimentación animal, aproximadamente dos tercios de la producción mundial se destina a alimentos para animales. El resto se utiliza en la alimentación humana y en la producción de otros productos no alimenticios como biocombustibles (específicamente bioetanol), medicamentos, cosméticos y pinturas, entre otros.

Factores podrían apoyar una tendencia alcista del maíz en el futuro:

1) El aumento de la producción de etanol. En una sociedad a nivel mundial más preocupada por el medio ambiente, el bioetanol producido a través de la destilación del maíz aparece como un recurso que reduce la dependencia del petróleo y que contamina mucho menos. Resulta una fuente de combustible que al utilizarse genera entre un 40% y 80% menos de gases de invernadero que el etanol obtenido de combustibles fósiles. Con respecto al comercio exterior, el USDA informó que entre los 47 productos que monitorea, el de mayor crecimiento en exportaciones en los últimos 5 años fue el bioetanol.

2) Caída en los stocks finales. Para la campaña 2020/21, el USDA prevé el nivel de existencias finales más bajo de las últimas 6 campañas, siendo de 291,43 millones de toneladas. Con relación a la relación stock final/consumo, la misma se proyecta en el 25% para la campaña 2020/21, esta medida viene cayendo desde el ciclo 2016/17 cuando alcanzo el 33%.

¿Cómo invertir en maíz? Desde una cuenta de inversión de EEUU, la manera más sencilla de invertir en maíz es a través del ETF cuyo nombre es “Teucrium Corn Fund” (NYSE: CORN). “Tiene en cartera contratos de futuros de maíz de los próximos 3 vencimientos que se negocian en la plaza de Chicago”, explican desde en InvertirOnline.com.

¿Cómo invertir en trigo?

El trigo ha sido cultivado alrededor del mundo por más de siete siglos y contribuye a la alimentación humana más que cualquier otro grano. De acuerdo al USDA, la producción para la campaña 2019/20 se estima en 764,5 millones de toneladas, de la cual la Unión Europea sumó 154,5 millones de toneladas, y China e India lo hicieron en 133,5 y 103,6 respectivamente. Si comparamos este nivel de producción con el del ciclo 2000/01 vemos un incremento directo del 31%, lo que significa una tasa compuesta anual del 1,44%, que resulta significativamente menor a la de la soja o el maíz.

Luego de alcanzar un máximo relativo de u$s329 en septiembre de 2012, el precio del trigo inició una marcada fase correctiva que se detuvo recién en los u$s142 en agosto de 2016. A partir de allí y durante los siguientes tres años y medio, su precio osciló entre los u$s150 y los u$s200. En los últimos meses logró romper con esa resistencia ubicada en los u$s200 aunque no se logra ver una consolidación de esta tendencia alcista de muy corto plazo.

En congruencia con la caída del precio del trigo, se encuentra la sostenida suba que tuvo la relación stock final/consumo desde el 27% de la campaña 2012/13 hasta el 41% de la campaña 2019/20. Para el ciclo entrante, se proyecta un aumento de esta relación en 2 puntos porcentuales, es decir que estaría alcanzando el 43%. Este nivel proyectado está nada menos que 12 puntos porcentuales por encima del promedio histórico. Esta situación claramente limita las posibilidades alcistas que pueda tener el cereal.

Por otro lado, se suman otros dos factores bajistas para el precio del trigo en el mediano plazo, uno es que se estima un aumento en las siembras del ciclo 2021/22 en Estados Unidos y el otro es que hay buenas perspectivas de producción en Australia, que sería la mayor en 30 años.

No obstante, existe un escenario que podría dar lugar a una suba importante en el precio del trigo, más allá de lo que suceda con el clima y el dólar. Si en el año 2021 se da un fuerte rebrote del coronavirus, esto podría traer nuevas complicaciones en el comercio internacional: los principales países exportadores de trigo podrían tomar medidas para restringir sus ventas al exterior con el objetivo de asegurar la seguridad alimentaria de sus propias poblaciones. Ya hay antecedentes de esto cuando, entre abril y junio de 2020, Rusia limitó las exportaciones de trigo, mientras que Ucrania y Kazajistán cerraron las exportaciones.

¿Cómo invertir en trigo? Desde una cuenta de inversión en EEUU, al igual que para la soja y el maíz, existe un ETF que permite ganar exposición al precio de los futuros de trigo. En este caso, se llama “Teucrium Wheat Fund” (NYSE: WEAT). “Tiene en cartera contratos de futuros de trigo de los próximos 3 vencimientos que se negocian en la plaza de Chicago”, explica el informe.

 

Fuente: Ambito