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Las trabas al ingreso de vehículos del exterior se profundizan y crece la demora en la entrega. La demanda, alentada por la brecha cambiaria, se vuelca a modelos de producción local. En los últimos años, los 0 km del exterior habían llegado a dominar hasta el 75% del mercado.

El mercado automotor local está mostrando un evidente cambio en su perfil como consecuencia de medidas implementadas por el Gobierno y el impacto de la crisis económica. El resultado es el aumento de la participación de los vehículos de producción nacional en el volumen de los patentamientos. En los últimos tres meses, los 0 km producidos en el país se ubican por arriba del 35% de total de las ventas con una tendencia en alza. Por este motivo, en octubre, cuatro de cada diez modelos vendidos salieron de las fábricas locales. Esto marca un giro en el consumo ya que en los últimos años el sector mostraba un incremento de la importación que llegó a dominar casi el 75% de las operaciones para bajar hoy al 60%.

La explicación de este fenómeno se basa, principalmente, en las trabas dispuestas por el Gobierno al ingreso de vehículos del exterior motivadas por la falta de dólares. Ante la falta de oferta importada, los consumidores se vuelcan a las unidades “made in Argentina”. También es cierto que al caer la comercialización de importados la participación de los nacionales toma mayor peso. Esto se produce en medio de una creciente demanda alentada por una brecha cambiaria que llevó a los 0 km a nivel históricamente bajos medidos en dólares billete y son los más baratos de la región. Si bien el mercado se maneja con sobreprecios de más del 30% por arriba de los valores de lista, la diferencia entre la cotización oficial y el blue es tan amplia que la propuesta sigue siendo atractiva.

Con una mejor disponibilidad, en medio de una demanda fortalecida, los vehículos nacionales tienen la ventaja de ofrecer plazos de entrega más cortos y mayor previsibilidad. En promedio están entre 30 y 60 días, salvo excepciones como la pickup Toyota Hilux que, para el nuevo restyling que se lanza en noviembre, hay espera de casi seis meses. En cambio, en el caso de los importados hay mucha incertidumbre debido a que las liberaciones de los permisos de importación (formulario SIMI) vienen a un ritmo lento y tampoco está claro hasta cuándo seguirán entrando. Con tanta inestabilidad económica son pocos los consumidores que animan a comprometerse a aceptar precios abiertos para adquirir un vehículo que puede tardar varios meses en llegar.

La consultora ABECEB elaboró un informe del sector automotor que muestra que en septiembre, por segundo mes consecutivo, se había superado el 35% de participación de los autos nacionales sobre el total del mercado. Ese hecho no se producía desde inicios de 2017. En octubre se sumó otro mes a ese ciclo de “argentinización” del mercado, confirmando que es una tendencia firme. Además de la pickup japonesa que se produce en Zárate, que suele ubicarse en el podio de los vehículos más vendidos, otros modelos de producción nacional muestran crecimiento en su participación. En ese segmento, la Volkswagen Amarok y la Ford Ranger ratifican su buen desempeño. En el de los autos, la noticia de los últimos dos meses es la excelente performance del Fiat Cronos, producido en Córdoba, que se ubicó en el primer lugar de patentamientos, lugar reservado hasta hace poco para los brasileños Volkswagen Gol o Chévrolet Onix. Otro modelo de esta marca, el Cruze, viene liderando también el ranking de los sedanes y hatchback del segmento C. Esta avanzada nacional, se supone, seguirá en aumento. El nuevo Peugeot 208 que se produce en el país, hará un fuerte aporte en los números de los próximos meses. Lo mismo sucederá con las llegadas de la pickup Renault Alaskan y el Volkswagen Taos.

Con estas perspectivas, las automotrices locales esperan incrementar su producción en 37%, en el escenario más positivo para el año próximo, tal como adelantó Ámbito el viernes pasado. Si bien una parte de ese salto se producirá por un incremento de las exportaciones a Brasil y otros países de la región, también tendrá un impacto importante la suba de participación de los vehículos nacionales en el mercado local. La limitante estará dada por las restricciones sanitarias que le ponen un techo al ritmo de producción pero, especialmente, al abastecimiento de piezas importadas.

 

Fuente: Ambito