Fueron furor, desembarcaron en manada pero hoy se encuentran estancadas, víctimas de la crisis del dólar y las trabas a las importaciones
El fenómeno de los autos chinos que invadió el mercado en los últimos años encontró su límite antes de lo previsto.
De la llegada de más de una docena de marcas entre 2017 y 2018, con una participación de mercado que superó a las marcas premium, con larga trayectoria en el país, la venta de estos modelos es cada vez más pobre y, en septiembre, no llegó al 1% de los patentamientos totales.
Si bien este año es crítico para la industria en general, muchas masivas siguen activas con sus lanzamientos, mientras que entre las chinas pasaron del boom de presentaciones y desembarco de marcas inéditas, a estar en punto muerto.
“En 2020 prácticamente no hubo lanzamientos”, explican desde un grupo importador. Además, solo “algunas” consultadas por iProfesional reconocen que sobrevivirán porque tienen planes a largo plazo. El resto están en stand by analizando qué hacer.
Del auge al letargo
Son varios los motivos que consideran economistas y empresarios como factores disparadores de esta situación de parálisis en la cual quedaron sumergidas algunas marcas chinas en el país.
En primer lugar, sufren las consecuencias de un mercado que este año caerá más de un 30%, del cual no pueden ser ajenas. Recién ahora parece estar llegando el alivio y en septiembre las ventas crecieron 13% frente a agosto.
El segundo factor que les dificulta las operaciones son las trabas a las importaciones.
“La realidad es que no solo las marcas chinas tienen restricciones para importar, sino que todo el comercio automotor que proviene de terceros países está igual”, comentó Fernando Marino, presidente del grupo Ralitor, importador de DFM, JMC y Shineray.
“Es un escenario complejo y todos tenemos que poner el hombro. Hay muchas compañías de capitales nacionales, otras Pymes, y multinacionales entre los importadores. Cada uno sabrá qué hacer, pero son grandes estructuras con una suma de entre 10 y 30 concesionarios que dan trabajo, por eso se sostienen de pie, aclaró.
En su caso, lo que le permitió sobrevivir fue la demanda de los utilitarios, los cuales crecieron en ventas gracias a las actividades de logística que se multiplicaron en tiempos de pandemia.
Siguiendo con los factores que consideran los importadores como trabas para los chinos, están los precios, los cuales en muchos casos se igualaron con competidores del mismo segmento de marcas más masivas y con otro posicionamiento.
Valuados en dólares, y afectados por el impuesto extrazona del 35%, eso hizo que su valor ya no sea una ventaja para ganar la elección de un comprador. Si bien hay modelos que tienen una diferencia dentro de la categoría donde compiten, los precios son altos versus los principales rivales.
En este caso, debería jugar a favor que cotizan en dólar oficial en los concesionarios, pero el comprador puede usar sus dólares al tipo de cambio blue, como pasa en el mercado en general. Sin embargo, entre las marcas chinas, la escasa oferta hace que tampoco esa variable juegue a favor.
Por último, otro elemento que se tiene en cuenta es la confianza. En medio de un contexto lleno de incertidumbre, los clientes buscan, más que nunca, la seguridad y confiabilidad, y es por eso que recurren a marcas más “conocidas” y con respaldo en la post-venta.
“Los últimos meses se nos complicó mucho sobrevivir, ya que es muy difícil competir en precios y a esto se suman las dificultades para importar. Esto hace que cuando tenemos la unidad, el valor haya cambiado mucho”, explicaron desde un punto de venta de una marca china.
El escenario
La oferta de marcas chinas en el mercado local comenzó a multiplicarse en 2017, cuando llegaron a ser siete las marcas de autos chinos comercializadas a nivel local. Un año después, ese número llegó a 13, y así siguió creciendo.
Entre las más destacadas se encuentran marcas como Chery (pionera desde 2008),JMC (llegó en 2010), DMF (llegó en 2012), Lifan (llegó en 2015), Geely, Foton, Baic, DFSK, Shineray, Great Wall, Haval, Changan, KyC y JAC, entre otras.
Hasta el año 2018, sus ventas representaron casi 1,5%, y los planes eran de llegar al 5% de participación de mercado en 2023.
Hoy el mercado está más complicado, y el problema no es solo coyuntural, sino que se observa que muchos de los importadores que aprovecharon el boom de marcas chinas hoy las relegaron antes la crisis.
“Hay empresarios que son más estratégicos y otros que van para donde sopla el viento. Veo que muchas marcas fueron abandonadas cuando el mercado empezó a caer”, explicó un importador de varias marcas.
“Hay salones espectaculares que están cerrados. Tienen las marcas relegadas. Es un desperdicio”, agregó.
Por otro lado explicó: “Es cierto que pasó el boom de la novedad, pero a nivel mercado se podría crecer. Además contamos con el aval del Gobierno que tiene buena relación con China”, agregó.
Más allá de esta situación, algunas con más trayectoria siguen firmes. En el caso de Family, que vende las marcas Lifan y KyC, confirmaron que en breve comenzarán a vender la marca Getour para competir en la alta gama y que sumarán las motos Lifan, las cuales serán ensambladas en la Argentina.
Reconocen que el contexto es crítico, y que la venta de 300.000 unidades no es “gran cosa” para un mercado como la Argentina, pero siguen apostando y sosteniendo el negocio.
“Estamos aguantando la bandera”, explicaron desde una empresa. “Tenemos más de 90 proveedores argentinos, no nos queremos ir, pero necesitamos reglas claras”, agregaron.
También destacaron que a pesar de la crisis la tecnología china es cada vez mejor, pero que aún falla la postventa cuando se habla de estas unidades, porque los vehículos pierden mucho valor.
Los más y menos vendidos
En este contexto, repasamos las marcas y modelos que más se vendieron en septiembre de este año y cómo vienen en el acumulado anual.
De acuerdo a las ventas de septiembre, cuando se patentaron 32.741 unidades entre autos de pasajeros y utilitarios livianos, se observa que en el segmento de pasajeros chinos se vendieron solo 159 unidades, mientras que fueron 107 entre los utilitarios livianos.
Es decir, son 266 vehículos, un 0,8% del total. Además, entre los autos la crisis ha sido mayor, porque hay más jugadores y el número es muy bajo. Este representa el 0,6% de 23.057, mientras que los livianos, especialmente para el transporte de carga de corta distancia, si ofrece muchas ventajas frente a la competencia.
Por marcas, la más vendida de septiembre resultó Chery, con 119 unidades patentadas. Es la pionera en la categoría de autos chinos, la cual está más consolidada. El ranking se completa con firmas como DFSK, Baic, Foton, Lifan, Shineray y JAC, entre otras.
Por modelos, Chery Tiggo 2 sigue siendo el más vendido, ocupando el puesto 52 del mercado total con 30 unidades patentadas. Más abajo, en el puesto 64, se ubica el Chery Qq con 21 patentamientos y luego el Chery Tiggo 3 con 19 unidades.
En el puesto 70 está Baic D20, con 15 unidades; seguida por Lifan Myway con 8; Haval H6 con 7 y Geely Emgrand Gs con 6. El listado de los modelos con más patentamientos de septiembre a partir del puesto 100 del total de la oferta local son Baic X35 con 6; Jac S5 con 5; Jac S3 con 5; Jac S2 con 5.
Las imágenes de los autos más vendidos son las siguientes:
1. Chery Tiggo 2: 30 unidades
2. Chery Qq: 21 unidades
3. Chery Tiggo 3: 19 unidades
4. Baic D20: 15 unidades
5. Lifan Myway: 8 unidades
6. Haval H6: 7 unidades
7. Geely Emgrand Gs: 6 unidades
8. Baic X35: 6 unidades
9. Jac S5: 5 unidades
10. Jac S3: 5 unidades
En el caso de los comerciales, donde se patentaron en septiembre unas 107 unidades, el más vendido fue el camioncito Dfsk C31 con 15 unidades. Este segmento tiene un factor a favor.
“Con los utilitarios pudimos hacer varias estrategias, porque en nuestras marcas la pandemia hizo que la gente que trabaja con logística necesite más camiones o furgones. Tenemos una oferta limitada pero nos adecuamos”, comentó Marino.
En este caso, entre los más vendidos, se encuentran Foton, Lifan, Shineray y Dfsk entre otros.
Futuro para los chinos
Según el presidente de Ralitor, el futuro de las marcas chinas es más prometedor que el presente.
“El mercado automotor tiene en todo el mundo vehículos de procedencia china, acá tiene una participación insignificante, pero la presencia hace bien a la competencia porque son productos buenos, económicos, que ayudan al mercado”, dijo Marino.
En el caso de Family, Robert Alabes, director de Comunicaciones, dijo que están firmes con sus tres marcas y que seguirán apostando al mercado.
“En ventas transitamos un año bastante bueno dentro de la mal que está todo en general. Ayudó mucho la demanda de las empresas de logística y aquellas que aprovecharon el dólar barato”, comentó.
En este caso van por más y para obtener más flexibilización en las importaciones y tienen un plan ambicioso que es ensamblar motos Lifan en el país.
También en Ralitor tienen planes de producción. “Dentro de 8 o 9 meses empezaremos a fabricar un producto nacional, objetivo que se fijó desde los inicios, en el año 2010, con la idea de producir un utilitario argentino”, agregó Marino.
“No creo que este en la mente de nadie irse, porque nos cuesta mucho crear redes de concesionarios en el país. Si miras la estructura, no es solo importación, hay también trabajo de muchos sectores. Ahora si a los importadores les restringen mucho la entrada de nuevos modelos, la ecuación indudablemente no cerrará”, dijo otra fuente.
Fuente: Iprofesional