YPFB disminuyó esta semana y en forma considerable el volumen de las inyecciones hacia Argentina. La adenda contractual vence en tres meses.
A tres meses de la finalización de la adenda del contrato de importación de gas entre Argentina y Bolivia, Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) comenzó a entregar volúmenes que son hasta un tercio menores que los fijados como base en el convenio.
De acuerdo a los registros oficiales del Ente Regulador del Gas (Enargas), desde el miércoles YPFB está entregando un menor volumen al que marca la adenda que fue rubricada en febrero del año pasado.
Durante septiembre la petrolera nacional de Bolivia debía entregar una base de 16 millones de metros cúbicos de gas natural por día. En los primeros ocho días del mes las entregas superaron ese nivel a razón de entre 18,8 y 19,6 millones de metros cúbicos de gas diarios.
Pero desde el 9 de septiembre el volumen descendió por debajo de ese piso de 16 millones de metros cúbicos diarios, con inyecciones que fueron entre los 12,8 y 15,4 millones de metros cúbicos diarios.
En números
- 11
- millones de metros cúbicos de gas por día debe entregar Bolivia en octubre. El jueves inyectó sólo 7,1 MM3.
Pero el nivel de las entregas volvió a modificarse drásticamente esta semana cuando el miércoles YPFB inyectó solo 10,8 millones de metros cúbicos de gas.
En tanto que este jueves se dio la mayor diferencia con una inyección de apenas 7,1 millones de metros cúbicos por día, esto es un 33% menos que lo fijado en la adenda contractual, que para octubre marca que el nivel base de los despachos debe ser de 11 millones de metros cúbicos por día.
La adenda firmada el 14 de febrero del año pasado es la cuarta que se aplica sobre el contrato de importación que se firmó en 2006 entre YPFB e Integración Energética Argentina (Ieasa), la ex Enarsa. Ese contrato, contempla una vigencia de 20 años, por lo cual vencerá en 2026, pero en el caso específico de la actual adenda la misma está transitando su período final dado que se fijó que regirá hasta el 31 de diciembre de este año.
En esta adenda Argentina renegoció los volúmenes de compra de gas a Bolivia teniendo en cuenta la mayor producción de gas que estaba surgiendo de los pozos de Vaca Muerta.
En el contrato original con Bolivia, el nivel de inyecciones era plano todo el año, con un piso de 27,7 millones de metros cúbicos de gas por día. Ese volumen fue renegociado en marzo de 2010 por primera vez para reducir esas inyecciones a un máximo diario de 21,3 millones de metros cúbicos.
Y en la adenda firmada el año pasado se volvió a reducir los despachos, atendiendo además a las diferencias en la demanda argentina según las estaciones. Es por esto que la actual adenda prevé una mayor inyección en los meses de invierno, entre junio y agosto de 18 millones de metros cúbicos, que desciende a 16 en los meses intermedios de mayo y septiembre y baja a los 11 millones de metros cúbicos diarios durante la temporada de menor consumo que va de octubre a diciembre a abril.
La adenda firmada por el entonces secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, y por el vicepresidente de Ieasa Luis Pintos, contempla la posibilidad de que el acuerdo de entregas sea renovado, pero para ello las partes deberán ratificar el acuerdo.
En esa negociación que aún está pendiente pesarán además las penalidades que contempla el contrato y la adenda, tanto por las menores entregas que realiza Bolivia como por las mayores demanda de gas que este año hizo Argentina ante la caída en la producción local.
El dato
- 27,7
- millones de metros cúbicos por día es el nivel que fijó el contrato original.
Con tres meses de vigencia de por medio, si las partes no llegan a un acuerdo para extender la adenda o sellar una nueva, el contrato volverá a la letra de la primera adenda marcando que Argentina deberá importar 21,3 millones de metros cúbicos de gas por día, un volumen que no solo es difícil que Bolivia pueda inyectar sino que en gran parte del año no se necesita y que además representa un salto en las erogaciones de divisas dado que el valor del gas de Bolivia prácticamente triplica al del gas nacional.
Una disyuntiva que apremia de resolución, en especial en momentos en los que el gobierno define un plan de incentivos para las productoras de gas nacional con la meta de garantizarles precio que de todas formas será prácticamente la mitad del que se destina al pago del gas boliviano.
Una adenda contractual que prevé múltiples penalidades por incumplimientos
Si bien la actual adenda del contrato de importación de gas de Bolivia contempla el ingreso de un menor volumen del fluido durante los meses de menor demanda en el país, el texto también incluye una serie de penalidades que podrían llevar a que Argentina deba entregar al gobierno boliviano un avión de guerra.
De acuerdo al documento firmado el año pasado Argentina debía respetar una cláusula de compra del 100% de los volúmenes base marcados para cada mes, pero a su vez, se previó que si las entregas desde Bolivia superan holgadamente la base fijada durante varios meses, el gobierno argentino deberá entregar un avión de fabricación militar como penalidad o multa.
En detalle, se trata de un avión Pampa III de fabricación nacional que están valuados en unos 15 millones de dólares.
Un punto que ya el año pasado generó rispideces entre ambos gobiernos cuando también se activó esa cláusula de penalidad, dado que si bien se trate de aviones fabricados en Argentina, su patente no es nacional.
Como contrapartida, desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) la firma debía respetar un nivel de entrega de al menos el 15% de los valores bases acordados, un requerimiento realmente bajo y llamativo que fue incorporado en la primera adenda que se firmó en 2010, ya que hasta esa fecha el volumen exigido era el 100% de la base pactada.
Fuente: Rio negro