El cálculo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) implica un descenso de la producción de petróleo de 8,4 millones de barriles diarios respecto de 2019, o una caída anual de 8,4%.
Ante los recientes casos de confinamientos locales, la prolongación del teletrabajo y la fragilidad del sector aéreo, la AIE rebajó sus estimaciones de la demanda para el tercer y cuarto trimestres del año en 0,1 mbd hasta los 93,7 millones; y 0,6 millones hasta los 96, respectivamente, informó la agencia de noticias EFE.
A pesar de que la demanda global se aceleró desde su punto más bajo en abril, el informe de la AIE destacó que “el camino aún es traicionero”, teniendo en cuenta la incertidumbre sobre la evolución del virus.
“Esperamos que la recuperación de la demanda se desacelere considerablemente en la segunda mitad de 2020”, advirtió la entidad.
La demanda subió en 6,8 mbd en junio, último mes del que hay datos disponibles, tras una suba de 4,5 millones en mayo, una recuperación que se basó sobre todo en el transporte, con el incremento de la demanda de gasolina.
La fragilidad en la demanda se ve reflejada en los precios del crudo, que bajaron en septiembre tras aumentar a fines de agosto, cuando la debilidad de los mercados financieros y el creciente exceso de barriles sin vender provocaron una caída.
De los u$s46,16 por barril a fines de agosto, los precios futuros del Brent se situaron por debajo de los u$s40 por barril.
El descuento de los precios físicos frente al de los futuros suele ser “un signo de debilidad del mercado”, insistió el informe.
Fuente: Ambito