Aberturas y estructuras metálicas fueron los productos con los que Carlos Sturm inició la fábrica Lucaal SRL en Las Varillas, medio siglo atrás. Es probable que nunca haya pensado que su empresa llegaría a ser proveedora de la lejana industria petrolera en la Patagonia y, menos aún, que su marca estaría presente en una de las mayores reservas de petróleo y de gas no convencional del mundo: el yacimiento Vaca Muerta, ubicado en Neuquén.
Hoy la pyme está en manos de dos hijos y uno de sus nietos, y pudo alcanzar ese logro: le vendieron a YPF una maquinaria que se utiliza para llevar adelante el fracking, la técnica que se utiliza en la cuenca neuquina para “fracturar” la piedra desde dónde emanan los hidrocarburos.
Esto se consiguió de la mano del proceso de crecimiento que tuvo la empresa en los últimos años, gracias a su producto estrella: plantas de elaboración de asfalto, con sus respectivos hornos, tanques y tolvas. “Fue un poco la derivación de estos equipos lo que nos permitió incursionar en un nuevo nicho que tiene potencial en Vaca Muerta”, comentó Darío Arese Sturm, director Comercial de Lucaal.
En forma específica, lo que compró YPF es un horno rotativo con quemadores a gas natural, que se utiliza para secar la arena necesaria para realizar la extracción del petróleo no convencional.
“Básicamente, es una arena muy finita, como un talco, que lo depositan en una tolva dosificadora con una pala cargadora y una cinta transportadora la lleva al horno: entra húmeda y por el otro lado sale seca”, explicó Arese Sturm.
Se trata de una maquinaria de gran envergadura: las tolvas que dosifican los áridos son de ocho metros cúbicos cada una y el horno tiene diez metros de largo por 1,60 metros de diámetro, con una capacidad nominal de hasta 60 toneladas por hora de secado.
Si bien no se trata de la primera venta de Lucaal a la zona de Vaca Muerta, porque ya habían comercializado un horno para descontaminación de suelos con alto contenido de hidrocarburos, fue la primera operación con YPF, y esperan que se realicen otras.
“Esto fue un negocio puntual para que analizaran las ventajas de comprar un producto nacional en lugar de importarlo desde Alemania. Ahora estamos cotizando máquinas para otras empresas que están en Vaca Muerta”, indicó el director comercial.
Pyme familiar
En general, los principales clientes de Lucaal son gobiernos provinciales, municipios y empresas constructoras. En función del ritmo de la obra pública, fabrica alrededor de cinco equipos por año. La cantidad responde a su dimensión: una planta de asfalto tiene, en promedio, casi 20 metros de largo, con tanques de almacenamiento que superan los 60 mil litros. “Tardamos entre tres y cuatro meses”, mencionó el ejecutivo.
En Lucaal trabajan 17 personas de manera directa y unas 15 de forma indirecta; a la fábrica que tiene cuatro mil metros cuadrados cubiertos se le añadió hace dos años un predio de media manzana que sirve de apoyo para el proceso de fabricación de los equipos. Salvo los motores y otras piezas menores, 95 por ciento de las partes son de fabricación nacional.
Inversiones: crecen 29% en el año
En 2018 alcanzaron a 4.100 millones de dólares.
5.300 millones de dólares son los que van a invertir este año las compañías que desarrollan pozos de petróleo y gas no convencionales en Vaca Muerta. Un 29 por ciento más.
Fuente: La voz