Las firmas de servicios especiales también sufrieron el efecto del covid-19 y tuvieron desplomes en sus balances. Advierten un escenario duro hasta el año entrante.
La enorme crisis generada por la pandemia del coronavirus afectó a toda la cadena de valor de los hidrocarburos y las empresas de servicios especiales no fueron la excepción. Desde Helmerich & Payne (H&P) anticiparon que proyectan pérdidas por hasta dos millones de dólares para su segmento internacional en el trimestre que acaba de comenzar impulsadas en gran medida por la crisis en Argentina.
“La bola de cristal está nublada”, fue la ocurrente respuesta que el director financiero de H&P, Mark Smith, dio en una charla con inversores días atrás cuando le preguntaron dónde trabajarían los equipos de la firma que están inactivos en los próximos meses.
Una frase que resume la crisis global que atraviesa la industria y que en el caso de esta firma la deja con solo 6 torres de perforación trabajando en lo que denominan la plaza internacional, 5 de ellas en Medio Oriente y una sola en Argentina.
Antes de la coronacrisis H&P tenía 11 rigs activos en este segmento internacional, de los cuales cinco prestaban servicios en Argentina.
“En Argentina, comenzamos el trimestre con cinco plataformas arrendadas, cuatro plataformas trabajando para no convencionales (NOC) y una plataforma trabajando para el convencional”, indicó.
“Las plataformas de NOC terminaron sus contratos originales de cinco años durante el trimestre. Colectivamente, las plataformas arrendadas se cancelaron durante el trimestre, dejando un FlexRig de Super-Spec trabajando al final del trimestre en Argentina”, explicó Smith.
Pero además el CFO de la firma advirtió que en el caso local “la reducción de la actividad de ingresos, junto con un arduo entorno regulatorio que nos impide reducir los costos tan rápido como nos gustaría, nos llevará a incurrir en una estructura de costos heredada en el cuarto trimestre. Esto probablemente hará que los márgenes internacionales sean negativos con una pérdida esperada de entre dos millones de dólares y el punto de equilibrio”.
De todas formas Smith fue optimista y aseguró que en un posible contexto de precios en torno a los 40 a 45 dólares durante el próximo año considera que podrán incrementar la cantidad de equipos en actividad para el año que viene.
Un punto sobre el que el CEO de la firma, John Lindsay aseguró que “como resultado del covid-19, la industria ha experimentado tal vez la mayor disminución de la actividad y la volatilidad más extrema de los precios del petróleo en los tiempos modernos. Es muy difícil estimar el alcance total que tendrá la pandemia en nuestra industria, y mucho menos la magnitud o el momento de la recuperación”.
La directora de operaciones de Calfrac Well Services, Lindsay Robert Link, fue un poco más optimista que sus pares de H&P y consideró que es posible que en este trimestre que en lo que queda del año puedan mejorar los resultados.
La directora explicó que “las operaciones en Argentina fueron cerradas a fines de marzo por decreto del gobierno y no se reanudaron hasta mediados de junio. Este reinicio solo generó ingresos en las áreas del sur del país, donde el tamaño de los trabajos suele ser menor”. Y detalló que “también se reanudó la actividad en Neuquén, pero no se realizó un gran trabajo de fractura en el trimestre”.
En ese sentido desde Calfrac evaluaron que “las operaciones en Argentina continuaron acelerándose aunque muy por debajo de los niveles previos al cierre, pero se pronostica que la rentabilidad estará cerca de los niveles de equilibrio para el tercer trimestre”.
De todos modos, Robert Link enfatizó que “incluso en una actividad más baja, aún creemos que Argentina puede ser un gran contribuyente desde una perspectiva de flujo de caja”.
Fuente: Rio negro