Con la actividad de perforación de nuevos pozos en su mínima expresión, julio marcará una nueva baja en comparación con junio. Las perspectivas no son buenas tampoco para agosto.
La métrica que mejor refleja la actividad en Vaca Muerta son las etapas de fracturas que se realizan en las ramas laterales de los nuevos pozos para incentivar la producción. Pero a más de cuatro meses del inicio de la cuarentena por el coronavirus los números del último mes no son alentadores.
En abril, por la estricta cuarentena que marcó la salida de actividad de todos los equipos de perforación de los yacimientos de la formación no convencional y por esto las etapas de ese mes dieron cero, cuando apenas el mes anterior, en marzo, habían sumado 431.
En mayo, la actividad comenzó de forma realmente incipiente a reactivarse y se alcanzaron apenas 28 etapas, es decir menos que las que lleva un pozo. En este mes fueron dos las empresas petroleras que realizaron trabajos en sus pozos: Pan American Energy (PAE) y Shell.
En junio se realizaron 196 etapas de fractura también de la mano de PAE, Shell y Chevron y todo indicaba un crecimiento, pero el balance de julio marca que no será así.
Si bien los registros aún no están finalizados, se espera que en julio se alcancen menos de 100 etapas de fractura realizadas por una sola empresa, Chevron.
En números
- 6 son los equipos de perforación que están trabajando en Vaca Muerta. Antes de la pandemia eran 28.
Lo que sucedió es que las demás operadoras ya finalizaron con los trabajos que estaban realizando y que en realidad corresponden a tareas que había iniciado antes del inicio de la pandemia.
De momento no hay anuncios realizados sobre nuevas etapas de fractura para realizarse en los próximos días, por lo cual las perspectivas para agosto tampoco son positivas.
Fuente: Rio negro