El precio de barril de la variedad WTI se despeñó 9% para cerrar en 36 dólares por unidad, mientras que el tipo Brent descendió 8,2% para concluir en 38,30 dólares.
Los precios del petróleo se precipitaron este jueves el 9%, debido a nuevos temores por la debilidad de la demanda, un aumento de los stock de hidrocarburos y una creciente preocupación por una segunda ola de coronavirus.
El precio de barril de la variedad WTI se despeñó 9% para cerrar en 36 dólares por unidad, mientras que el tipo Brent descendió 8,2% para concluir en 38,30 dólares, según datos de la agencia Bloomberg.
Los casos de coronavirus en los Estados Unidos superaron los 2 millones y las nuevas infecciones están aumentando ligeramente después de cinco semanas de caídas.
Si bien la mayoría de los estados han liberado los confinamientos, el consumo de combustible se mantiene un 20% por debajo de los promedios, ya que los consumidores siguen siendo cautelosos.
La apuesta está focalizada a la recuperación del consumo de combustibles durante la temporada estival.
Los futuros crudos han ganado en las últimas semanas a medida que disminuyeron los bloqueos. En Asia y en Europa, donde las restricciones fueron más severas, la demanda se ha recuperado más bruscamente, algo que podría ocurrir también en los EEUU.
Si la demanda no se recupera, los refinadores estadounidenses se encontrarán con un exceso de oferta adicional. Ayer, la Agencia de Información de Energía, dio cuenta que los inventarios de crudo de Estados Unidos aumentaron la semana pasada en 5,7 millones de barriles, hasta alcanzar un tope de 538,1 millones de barriles, en gran medida a partir de las importaciones de la Costa del Golfo desde Arabia Saudita.
Las reservas de nafta también crecieron más de lo esperado a 258,7 millones de barriles. Los inventarios de destilados, que incluyen diesel y combustible para calefacción, aumentaron en 1,6 millones de barriles, aunque el aumento fue menor que en las semanas anteriores.
Algunos países de la OPEP+, incluidos Irak y Nigeria, no han cumplido con un pacto de corte de suministro por parte del grupo.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo, Rusia y otros productores, un grupo conocido como OPEP+, pactaron reducir aproximadamente el 10% del suministro global, hasta julio.