YPF dispuso un achique salarial en los haberes de mayo del 10 al 20% para el personal no sindicalizado y de conducción. Otras operadoras y refinerías definen en estos días recortes similares para ajustar gastos internos ante la caída de las ventas.
Luego de que las empresas petroleras llegaran a un acuerdo con los gremios para abonar el 60% de los salarios a los trabajadores que permanecen en sus casas, el recorte llegó ahora al resto del personal no sindicalizado y de conducción de grandes operadoras como YPF, con achiques salariales del 10 al 20%.
En el caso de la petrolera de bandera, YPF, la medida ya fue comunicada a su personal y consiste en una rebaja del 10% para los trabajadores que perciben los salarios más bajos, y del 15 y 20% para los sueldos más altos y de mayores jerarquías.
Junto con la rebaja salarial, la firma fijó que se realizará un reajuste de los trabajos, de forma de equilibrar con menos carga laboral la menor paga. La medida es similar a la que se ha tomado en otras empresas del país, en especial del sector comercial, por el impacto de la cuarentena obligatoria.
Desde otras firmas de peso del sector de la producción petrolera también se está avanzando con recortes salariales aunque, por ejemplo en el caso de una gran firma del sector se advirtió que las medidas no fueron aún comunicadas al personal.
Lo mismo se indicó desde algunas refinerías del país que coinciden en que la rebaja salarial se realizaría sobre los sueldos del mes en curso. En tanto que entre las firmas de servicios los recortes varias ya aplicaron recortes con los sueldos de abril.
Desde el inicio de la cuarentena obligatoria las ventas de combustibles se desplomaron a niveles nunca vistos. La caída en el mes pasado fue del 70% en las naftas y del 41% en el gasoil, junto a una baja del 98% en el combustibles para aviones. Con las flexibilizaciones de la cuarentena las ventas repuntaron pero muy levemente.
La caída se debe no sólo a la menor circulación de personas, sino también a las restricciones del transporte público y parte de la industria que afectan considerablemente la demanda de gasoil, y a la no reactivación del sistema aéreo que recién podría volver a operar en septiembre y que representa una cuota importante en la demanda de combustibles.
Esta caída de la demanda está afectando la caja de las empresas en momentos complejos, como el que atraviesa YPF que debe hacer frente al vencimientos de bonos y letras por 2200 millones de dólares en este año, sin la posibilidad de poder financiarlo.
Estos achiques salariales apuntan precisamente a reducir aún más los costos de funcionamiento de las empresas, para evitar que el recorte se dé con mayor fuerza en sectores como la producción, lo cual afectaría en el largo plazo el funcionamiento de las firmas.
Desde la Federación de Sindicatos Unidos Petroleros (SUPeH) se remitió una nota al flamante CEO de YPF, Sergio Affronti, por medio de la cual rechazaron la medida y solicitaron que “en lugar de arrancar por los más débiles se inicien gestiones con el gobierno nacional para que se nos de el tratamiento que nos corresponde, no agregando así sobre quienes tienen el peso de salir a la calle tamaña sinrazón”.
Y remarcaron que “en dichas gestiones no puede olvidarse que el propio Estado nacional, algunas provincias y otros grandes consumidores hoy adeudan cifras muy importantes con las cuales hoy YPF estaría afrontando normalmente sus compromisos con los trabajadores”.
El mes pasado, y en forma retroactiva a abril, las cámaras que nuclean a las empresas productoras (CEPH) y de servicios (CEOPE) acordaron con los gremios de base y jerárquicos del país que el personal que está suspendido por la cuarentena percibirá el 60% del sueldo de febrero.
La medida fue impulsada por los gremios como forma de evitar futuros despidos y se extiende hasta fines de este mes, lo cual obliga a las partes a analizar una prórroga dado que la mayoría de los trabajadores sigue en sus casas.
Fuente: Rio negro