Tres cámaras de productores expresaron su descontento al ministro por el reciente ajuste del 2% que no cubriría los costos. La presión sobre los valores de los combustibles se suma al retraso de más del 100% en la actualización de la carga impositiva.
La política de ajustes periódicos en los precios de las naftas y el gasoil en línea con la inflación proyectada podría correr riesgos en su implementaciónpor dos presiones que repercutirían con alzas en los combustibles mayores a las previstas.
Ese riesgo cobró cuerpo con el reclamo de tres cámaras de productores de biocombustibles al ministro de Economía, Luis Caputo, en una nota en la que cuestionan la decisión de no aplicar los incrementos mensuales en el biodiésel en base a la fórmula polinómica establecida en la resolución 963/2023, además de objetar lo que consideran una falta de avances en la desregulación de la actividad del sector y del cumplimiento del marco fijado en la ley 27.640.
Los reclamos de los productores de biodiésel sumaron un nuevo motivo con la rebaja de las alícuotas de los derechos de exportación a la soja y sus derivados, que repercutió en una suba del aceite de esa oleaginosa, principal componente en los costos del biocombustible.
Atraso en impuestos
A los pedidos de las cámaras debe añadírsele que aún no se completó la actualización de la carga tributaria por los atrasos en los ajustes de los valores de los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono.
Esos dos gravámenes se ajustan con una periodicidad trimestral en base a la inflación, pero entre 2022 y 2023 el gobierno del expresidente Alberto Fernández resolvió congelar los montos.
Desde su inicio, el gobierno del presidente Javier Milei aplicó sucesivas actualizaciones parciales de esos impuestos, tanto por los dos años congelados como de la inflación posterior, pero ese proceso aún no finalizó.
Al respecto, según estimaciones del consultor energético Cristian Bergmann formuladas al portal especializado Surtidores, la inflación acumulada en los aumentos aún no aplicados alcanza al 101% y si se la hubiera aplicado por completo a partir de febrero, la nafta habría tenido un alza adicional del 15%.
El reclamo de las cámaras
La nota enviada a Caputo lleva la firma de Axel Boerr, presidente de la Cámara Argentina de Productores de Biocombustibles (Capba), Federico Martelli, titular de la Cámara Argentina de Empresas Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb), y Marcelo Kusznierz, vicepresidente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer).
La misiva se dio a conocer luego de la aplicación de un incremento del 2% en el precio de adquisición de la tonelada del biodiésel y del litro de bioetanol a base de maíz y de caña de azúcar, ajuste que los productores de ambos productos consideran insuficiente por no contemplar los aumentos de los costos de explotación.
Los representantes de los productores de biodiésel alertaron que la situación podría derivar en “problemas de abastecimiento”, con un impacto directo en los “precios de los combustibles”.
Más porcentaje de mezcla
Asimismo, cuestionan el escaso porcentaje autorizado para la mezcla, inferior al aplicado a otros países vecinos.
En ese sentido, la Cámara de Bioetanol de Maíz sostuvo recientemente que “Paraguay y Brasil tienen una mezcla mínima obligatoria de etanol en naftas del 30%, Bolivia del 25%”, mientras que la Argentina, luego del aumento dispuesto en 2022, “solo 12%, cuando tiene todo para crecer y desarrollar sus regiones con valor agregado y sostenibilidad”.
El precio de los combustibles
Los precios de las naftas y el gasoil se actualizan con periodicidad mensual en base a una serie de factores, en el marco de la política oficial de alinear los incrementos con los de la inflación general, con el propósito de evitar subas que se trasladen al resto de los precios de la economía, en tanto el combustible es un insumo estratégico en el transporte de mercaderías en todo el país.
Uno de esos factores es el valor del dólar oficial, que desde febrero redujo su ritmo de ajuste del 2% al 1% mensual.
El otro es la referencia del barril Brent (el precio del petróleo en el Mar del Norte) que desde la asunción presidencial de Donald Trump revirtió la suba de principios de año y cayó a valores inferiores a los de enero.
Los otros dos factores que podrían alterar la ecuación son, precisamente, los reclamos de los productores de biocombustibles por la recomposición de sus precios de adquisición y, además, el atraso en la aplicación de los montos de los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono.
Fuente: baenegocios