La renovada camioneta fabricada en la Argentina incorporó un singular dispositivo que cumple funciones vinculadas a la conducción ¿Es realmente útil?
Es que a pesar de que se trata de una actualización estética y de equipamiento, muchos (sobre todo usuarios) esperaban que la Amarok nacional se asemeje un poco más a su homónima de nueva generación que se produce en Sudáfrica y que ya se vende en otros mercados.
Pero es precisamente en ese punto donde se encuentran las justificaciones de los cambios menores: al ser un restyling no se modifica la plataforma y todos las modificaciones se limitan a las características de la arquitectura del vehículo.
Como resultado de eso, la transformación estética de la Amarok nacional se nutrió del “family feeling” de varios modelos que la marca produce en nuestra región, agregando leves “amenities” de confort y seguridad, en este último apartado con la incorporación del singular Safer Tag para las ayudas a la conducción.
¿Qué es y cómo funciona el Safer Tag?
Ubicado sobre la parte central del panel de a bordo, este dispositivo con forma de brújula o smart watch tiene un pequeño display digital en el cual se pueden visualizar las funciones de las tres ayudas a la conducción que incorporó Amarok recientemente en sus versiones tope de gama (Highline, Extreme, Hero y Black Style), tales como alerta de cambio de carril, colisión frontal y peatones, y monitoreo de tráfico e indicación límite de velocidad máxima.
Hay que aclarar que son “ayudas” a la conducción y no “asistencias” (comúnmente llamadas ADAS por sus siglas en ingles), ya que en ningún momento el sistema interviene sobre la dirección, los frenos o el acelerador, como sí ocurre con los dispositivos de seguridad más avanzados que equipan muchos modelos en nuestro mercado.
El Safer Tag sólo emite alertas sonoras y visuales en el display digital, una vez que la cámara ubicada en la parte superior del parabrisas detecta, por ejemplo, el cambio involuntario de carril, acercamiento abrupto sobre el vehículo que precede o al identificar la velocidad máxima de la ruta por la que se circule a través de la lectura de la señalética.
Ahora bien, ¿por qué el Safer Tag no asiste al vehículo?. Sucede que en esta actualización Volkswagen no modificó ningún aspecto mecánico de su camioneta. Además de conservar la gama de motores (2.0 turbodiésel de 140 CV y 3.0 V6 turbodiésel de 258 CV) y las opciones de tracción 4×2 y 4×4 4Motion (según versión), la chata nacional conservó la dirección con asistencia hidráulica.
Y precisamente para que este tipo de dispositivos de seguridad intervengan en la conducción (ante una determinada situación de emergencia), es preciso que el vehículo cuente dirección de asistencia eléctrica y lo mismo sucede con la tecnología que interviene en las funciones de los frenos y el acelerador, entre otros componentes del vehículo.
¿Cuáles son las ADAS más comunes en los vehículos actuales?
Las asistencias a la conducción (Advanced Driver Assistance Systems, de allí su abreviación ADAS) han ganado terreno entre los dispositivos de seguridad de muchos vehículos que se venden en la Argentina. De hecho, el principal rival del segmento de las camionetas, Ford Ranger, cuenta con todos los asistentes.
De momento no son obligatorias como los frenos ABS y el ESP (control de tracción y estabilidad), pero la buena noticia es que de a poco también comienzan a verse en el segmento compacto, un tanto relegado en cuestiones de seguridad. Por supuesto, este tipo de tecnologías es exclusiva de las versiones más equipadas de cada modelo: el principal rival, la Ford Ranger, cuenta con todos los asistentes. Renault Kardian, Fiat Fastback y Peugeot 2008, por citar las apariciones más recientes.
Podríamos decir que se trata de tecnologías de seguridad semi-autónomas ya que complementan y asisten el trabajo del conductor, pero cabe aclarar que ante siempre es la decisión final de quien maneja la que prevalece.
Entre las más asequibles aparecen el Control de Velocidad Crucero Adaptativo, el Frenado Autónomo de Emergencia, el Sistema de Mantenimiento de Carril y el Alerta de Tráfico Cruzado, en todos los casos asistidos por cámaras y radares ubicados en distintas partes del vehículo.
El primero (Adaptative Cruise Control) es más avanzado que el control de crucero estándar, ya que mediante un “seteo” de la velocidad a la que se quiere circular, alterando la distancia sobre el vehículo que precede (mediante los frenos) y modificando velocidad en función del mismo. Algunos modelos disponen también de la función Stop&Go, que reduce la velocidad hasta detenerse por completo y acelera cuando el vehículo de adelante retoma la circulación.
Tal como indica su nombre, el Frenado Autónomo de Emergencia (Autonomous Emergency Braking) al no percibir reacción por parte del conductor al detectar un riesgo de choque activa los frenos de manera automática para evitar (o al menos mitigar) el impacto. Según la calibración que tenga por parte de cada fabricante, este dispositivo funciona en rangos variados de velocidades y puede detectar no sólo vehículos, sino también peatones, ciclistas, animales, etc.
El Lane Keeping Assist funciona de manera similar al utilizado en la nueva Amarok, pero con la gran diferencia de que este sistema de mantenimiento de carril, si el conductor no reacciona corrige automáticamente la trayectoria del vehículo para mantenerlo en su senda. Al trabajar con cámaras o radares, es necesario que la calzada esté bien delimitada y cabe aclarar que el sistema no intervendrá en la maniobra si el conductor activa la luz de giro para indicar que cambiará de carril.
Por último, el Alerta de Tráfico Cruzado (Rear Cross-Traffic Collison Warning) resulta de mucha utilidad para alertar en maniobras de marcha atrás y, en algunos casos, también detectan la presencia de peatones al maniobrar en reversa.
Con todos estos asistentes en muchos modelos, Volkswagen buscará dar pelea adaptando un dispositivo hasta que, en algún momento, decida cambiar realmente la plataforma y que las ADAS sean parte de Amarok como los principales rivales. Habrá que esperar para saber que opinan los clientes.