El Gobierno decidió aplicar una pequeña suba al incremento del Impuesto a los Combustibles para no aumentar la presión sobre la inflación. Por eso la actualización será sólo de un 3%.
En el año, los combustibles subieron más del 126% promedio, por encima de la inflación.
En un escenario de caída de ventas, la nafta y el gasoil volvieron a subir desde este jueves, un 3% promedio. El incremento incluye el traslado al precio final de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, del 2%, y una actualización de sólo el 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
A través del Decreto 681/2024, se dictaminó que “se postergó parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables” a partir del 1 de julio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, hasta el 31 de julio inclusive. Es por eso que el aumento de las naftas en este caso, será menor debido a que se cobrará menos del ICL. El Gobierno aplicó sólo una pequeña suba del tributo con el fin de que no aumentar la presión sobre la inflación.
Sin embargo, a lo largo del tiempo, se emitieron diversas normas para diferir los efectos de estos incrementos en los impuestos sobre los combustibles líquidos y el dióxido de carbono. Este diferimiento se ha aplicado a la nafta sin plomo, nafta virgen y gasoil.
El Decreto N° 466/2024, emitido el 27 de mayo de 2024, postergó los incrementos correspondientes al cuarto trimestre de 2023 y al primer trimestre de 2024, estableciendo un cronograma cuyo último tramo debía aplicarse a partir del 1° de julio de 2024. Posteriormente, el Decreto N° 554/2024, del 28 de junio de 2024, continuó con esta postergación, extendiéndola hasta el 31 de julio de 2024.
Además, el artículo 2° del Decreto 681/2024 incorpora un nuevo inciso al artículo 1° del Decreto N° 466/2024, indicando que para los hechos imponibles que se perfeccionen desde el 1° de septiembre de 2024, se considerará el incremento total en los montos de impuesto.
Fuente: Ámbito
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