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Las condiciones de mercado cambiaron mucho con el nuevo gobierno. Sólo una alternativa dejó una ganancia suficiente como para contrarrestar el efecto de la inflación.

En un contexto económico marcado por la incertidumbre, tanto el dólar como los plazos fijos se presentaron como opciones atractivas para los ahorristas durante el primer semestre del año. El objetivo común fue ganarle a los constantes aumentos de precios, pero no todos los inversores lograron cumplir con su cometido.

Antes de analizar cuál fue la mejor alternativa, es necesario recordar que los inversores buscaron proteger su capital en medio de un escenario cambiante e incierto. El 2024 comenzó con el IPC por las nubes, en gran medida por el impacto de la devaluación de diciembre, y con un ritmo acelerado de bajas de tasas de interés. En ese marco, resultaba imposible de antemano saber cuál era la opción más conveniente.

Hoy, con junio ya en el pasado, se puede analizar cuál de las dos opciones más buscadas -dólar y plazo fijo- dio mejores resultados. Para ello, se analizarán cada caso por separado, tomando en consideración el caso de un ahorrista chico, con $100.000 a disposición al 1° de enero de este año.

En el caso del dólar, los datos históricos indican que, la versión libre (única a disposición para todos los ahorristas), cotizaba a $1.025 el primer día hábil del año, mientras que en el último día hábil de junio el precio llegó a $1.365. Eso significa que la cotización registró un incremento del 33,17% de punta a punta. Así, un ahorrista podría haber comprado USD 97,5 en el comienzo de 2024 y luego venderlos a $1.365 el viernes pasado. Con eso, hubiera obtenido un retorno de $133.087 (33% de ganancia nominal).

En marzo, el Banco Central eliminó el piso de la tasa de interés para los plazos fijos. EFE
En marzo, el Banco Central eliminó el piso de la tasa de interés para los plazos fijos. EFE

Para analizar lo ocurrido con los plazos fijos, se pueden evaluar dos posibles comportamientos por parte del inversor, uno en el que hizo un sólo depósito a seis meses y otro en el cual fue renovando mes a mes. En el primer caso, el inversor pudo acceder a una tasa del 110% anual, por lo cual, depositando $100.000 el 2 de enero, obtuvo en junio un retorno de $55.000 de intereses, más los $100.000 de capital inicial (total de $155.000). De esta manera, ese inversor logró un rendimiento nominal del 55% en el período analizado.

Si en cambio el inversor hubiera optado por renovar el plazo fijo mes a mes, la cuenta hubiera sido diferente. El primer mes, con una tasa de 110%, habría obtenido un retorno de $9.166, que sumados al capital inicial, hubieran dado un total de $109.166,66. En febrero y marzo habría accedido a la misma tasa (110%), pero luego habría bajado de manera escalonada a 70% en abril, a 40% en mayo y a 30% en junio (dependiendo del banco, las tasas de los últimos tres meses podrían variar). De esa forma, al finalizar el mes de junio el ahorrista hubiera tenido en su bolsillo un capital de $145.833 (capital inicial más intereses), con lo que la ganancia total nominal habría sido del 45,8%.

Por último, resta analizar qué retorno hubiera obtenido el ahorrista si hubiera optado por el plazo fijo en UVAs. De acuerdo a lo informado por el Banco Central (BCRA), las Unidades de Valor Adquisitivo avanzaron de $463.40 a $1.042,74 entre enero y junio, lo que significa que el inversor hubiera obtenido, por el depósito de $100.000, un retorno total de 125,01%. Algunos bancos ofrecen además un interés adicional del 1% o 1,5%, pero aún suponiendo que la ganancia fuera sólo de los UVAs, el ahorrista hubiera terminado el semestre con $225.019 en su bolsillo. De esa manera, entonces, la ganancia nominal habría alcanzado el 125%.

Qué dio mayor ganancia

Repasando, las ganancias nominales fueron del 33,1% invirtiendo en dólares, del 55% en plazo fijo a 180 días, del 45,8% en plazo fijo con renovación mensual y del 125% en plazo fijo en UVAs. En conclusión, la peor inversión fue el dólar y la mejor el plazo fijo en UVAs.

Aún no se conoce el dato de inflación de junio. Sin embargo, se sabe que el IPC acumulado de los primeros cinco meses del año fue de 71,9%, por lo que es un hecho que ni el dólar ni los plazos fijos tradicionales le permitieron a los inversores ganarle a la inflación en la primera mitad del año. Sí lo lograron los plazos fijos en UVAs, aunque la diferencia exacta podrá conocerse recién cuando el Indec publique el informe inflacionario del sexto mes del año, lo cual ocurrirá recién el viernes 12 de julio.

 

Fuente: Infobae