Los países latinoamericanos están en el top de generación con renovables. El papel de Argentina y el futuro de la región.
Las pistas
En el informe no hay datos desagregados por país, pero hay pistas de cómo la región no va creciendo de manera paralela. Mientras que la electricidad basada en el viento y el sol en países como Uruguay, Chile y Brasil ha crecido por encima del promedio regional, con 39%, 32% y 21%, respectivamente, hay otros que, pese a sus ventajas, se quedaron en la cola. Es el caso de Ecuador (0,7%), Colombia (1,4%), Guatemala (4,4%) y Perú (5,3%).
“En el informe, quisimos destacar lo rápida que está siendo la transición en Chile y Brasil, porque han progresado bastante en los últimos años. En este último, concretamente, hemos encontrado que, durante la última década, su demanda de electricidad ha ido en aumento, pero se ha garantizado a través de renovables como eólica y solar”, continúa el analista.
El fenómeno de Brasil
El avance es muy llamativo. De hecho, Brasil se convirtió en el segundo país, después de China, con el mayor aumento de electricidad eólica durante el 2023, año en el que alcanzó el 13%, muy por encima del 3,7% que tenía para 2015.
Y hay más datos que sorprenden. En cuanto a la energía solar, el informe también advierte que pasó de ser 0,01% a 7,3% entre 2015 y 2023. “Brasil fue uno de los primeros países en adoptar la electricidad eólica y solar en la región. Después de la crisis de electricidad de 2001, en la que se vio cómo las sequías restringían gravemente la disponibilidad de la hidroelectricidad, el país introdujo el Programa de Incentivo a Fuentes Alternativas de Energía (Proinfa) para promover otras fuentes renovables como la electricidad eólica y la solar”, dice el documento.
Y continúa: “Esto incluyó subastas para los proyectos de electricidad eólica y solar que comenzaron a mediados de la década de 2000 y que permitieron contratos a precio fijo e incitaron la inversión y el crecimiento en el sector de las energías renovables”.
El caso chileno
Por su parte, el país trasandino destaca porque tuvo la participación más grande de generación solar en su matriz eléctrica, con un total del 20%, aunque la clasificación excluye a países que tienen menos de 5 teravatios por hora de generación de electricidad solar. Le siguen Grecia (19%), Hungría (18%) y Países Bajos (17%).
Entre 2015 y 2023, la electricidad solar de Chile pasó a representar solo el 1,9% de la matriz eléctrica para convertirse, en 2023, en 20% del total.
Para Jones, América Latina y el Caribe tiene una ventaja clara: el complemento que la solar es para las hidroeléctricas. “Cuando los países no obtienen las lluvias que esperan, como en momentos de sequía, es cuando a la electricidad solar se le puede sacar más provecho. Se trata de una especie de beneficio natural, de flexibilidad, que no tienen otros países del mundo”, afirma el reporte.
¿Y Argentina?
De acuerdo a los registros oficiales, el año 2024 se plantó como un buen año para las energías verdes. Éstas lo comenzaron con el pie derecho, debido a que los datos dan cuenta de que en el mes el 15,1% de la demanda de energía eléctrica del país provino de desarrollos verdes de este tipo. Esto marca un crecimiento interanual que llega al 20,6% y se espera que continúe creciendo gracias a la incorporación de nuevos complejos.
El registro fue llevado a cabo por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que encontró que durante el primer mes de 2024 la generación de energía proveniente de fuentes renovables pudo llegar a los 1.981 GWh, alcanzando así ese número del 15,1%.
Se trata de un número que estuvo principalmente impulsado por los complejos eólicos alrededor del país, los cuales aportaron 1.332 GWh. En segundo lugar se encontraron los complejos solares, con 377 GWh. Además, debemos hacer referencia a los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos que sumaron 175 HWh en el mes de enero de 2024.
El desafío de las renovables
En este contexto, el informe alerta que el gran reto está en las políticas públicas. “Cuando comparas lo que sucede con México, que no termina de impulsar la solar a su mejor nivel, con lo que hace Brasil, es clara la importancia que tienen las políticas para poder permitir esa rápida construcción de eólicas y solar”.
Ahora el desafío es lograr que, a medida que crece la demanda eléctrica, las matrices de la región sigan creciendo de la mano con las renovables. Invirtiendo en ellas. “Eso evitaría una nueva dependencia e incremento en importar gas”, explica el experto, como dando una pista de cuáles son los próximos laberintos que se vienen para América Latina y el Caribe.
Fuente: Más Energía