La mejora de los rendimientos compensó la pérdida del área sembrada, que disminuyó en 450 mil hectáreas en esa región, donde sumó 18 millones de toneladas, según informó la Bolsa de Rosario.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que concluyó la cosecha de soja en la zona núcleo tras más de un mes de retraso.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que concluyó la cosecha de soja en la zona núcleo tras más de un mes de retraso, con un rinde promedio de 40,5 quintales (4,05 toneladas) por hectárea.
A pesar de haberse sembrado 450.000 hectáreas menos, la segunda menor superficie de los últimos 15 años, se alcanzó una producción de casi 18 millones de toneladas.
Si bien este volumen representa un crecimiento interanual del 361,54%, desde la BCR aclararon que la comparación podría ser engañosa si se hace respecto a la campaña pasada, cuando se recolectaron 3,9 millones de toneladas, ya que se produjo una histórica sequía donde se perdieron 1,7 millones de hectáreas en la región. Es decir, no fue una cosecha en condiciones normales.
Por eso, la entidad santafesina indicó que este volumen es tan solo300 mil toneladas por debajo del promedio de los últimos 15 años, cálculo que no tiene en cuenta la producción del ciclo 2022/23.
“Tras un fuerte retraso, pero con mejores rindes, terminó la cosecha de soja en la zona núcleo. El rinde alcanzó 40,5 quintales por hectárea de promedio, cuando se esperaban 37, y una producción resultante de 17,9 millones de toneladas.
La mejora de rinde compensa la pérdida de área sembrada y la soja alcanza una producción 17,94 millones de toneladas en el ciclo 2023/24″, indicó el reporte elaborado por los analistas Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristian Russo.
Cómo se distribuyó la siembra en la región núcleo
De las 5,01 millones de hectáreas que se tenían en cuenta como área implantada, el trabajo con imágenes satelitales muestra que se concretaron 450.000 menos, ya que se sembraron 560.000 más de maíz,por lo que la soja totalizó 4,56 millones de hectáreas.
Esta conclusión proviene del trabajo de clasificación de uso del suelo mediante imágenes satelitales realizado por GEA/BCR.
Para ello, se georreferenciaron 2100 puntos de diferentes coberturas en el área núcleo, los que fueron procesados en la plataforma de Google Earth Engine y se utilizaron imágenes satelitales del Sentinel-2. La región núcleo sembró así su segunda menor superficie en 15 años, solo detrás de la campaña 2021/22, cuando fueron 4,45 millones de hectáreas.
A primera vista, se observa una clara diferenciación entre el suroeste y el noreste, con la oleaginosa representada por puntos naranja y el maíz por puntos azules, la sojadominó claramente sobre el noreste.
Comparado con la campaña pasada, solo las subzonas I y II presentaron una variación interanual positiva, con aumentos del 15% y 13%, respectivamente.
En el resto de las áreas, se sembró menos soja que el año anterior. En total, hubo una leve disminución respecto al 2023, con una reducción de poco menos de 50.000 hectáreas.
Una cosecha con varias complicaciones
Desde su arranque, la cosecha de soja estuvo atravesada por la problemática de excesos de lluvias.
“En el mes de marzo, la región núcleo acumuló más de 300 milímetros (mm) en el este de la región. Esto produjo severos problemas de calidad en las zonas más afectadas, como infección de hongos como Cercospora y pérdida de rinde en las zonas que recibieron más de 300 a 350 mm”, indicó la BCR.
Se sumaba, además, la retención de hojas y tallos verdes en lotes muy afectados por el calor.
En abril, pese a las lluvias, esta vez el agua fue para el oeste. La trilla continúo como se pudo, incluso entrando a los lotes en condiciones sin piso y con humedad del grano muy por encima del óptimo.
“Las plantas estaban en condiciones muy vulnerables y las pérdidas por desgrane iban en aumento. El freno de las lluvias en mayo permitió terminar la cosecha, pero con un atraso de casi 30 días respecto al promedio de las ultimas 5 campañas”, recordó la BCR.
Buenas perspectivas para la campaña de trigo
El trigo sigue mostrando entusiasmo y la intencionalidad de siembrapasó de un8% a un10% por encima del ciclo pasado. A su vez, el avance de la implantación en la principal región agrícola fue del 10%.
“En los últimos días se han incrementado las consultas de los productores para seguir sumando hectáreas. Pero se están acabando las provisiones de semillas en el mercado”, dijeron los técnicos de Carlos Pellegrini.
“Las siembras se realizarán con buenas dosis de fertillización. En cuanto a la financiacion, se está ofreciendo financiar en dólares sin tasa para la compra de semillas y a baja tasa para fertilizantes y agroquímicos en algunas empresas”, destacaron.
Al respecto, en Colón, los técnicos dijeron lo siguiente:“Se planea una inversión considerable en tecnología y fertilización, con aplicaciones fraccionadas que rondarían los 150 kilos por hectárea de urea, 100 a 120 kilos de fósforo durante la siembra y otros 100 a 150 kilos de urea durante el ciclo del cultivo según cómo evolucione. Si el clima acompaña, apuntamos a rendimientos de 60 a 70 quintales por hectárea”.
Respecto a la siembra, en varias localidades advirtieron: “Si bien hay humedad en el perfil, la humedad en la cama de siembra alcanza para dos semanas, por lo que se intenta aprovechar al máximo estas jornadas”.