Nación salió a comprar de apuro un cargamento de GNL, pero Petrobras no aceptó el pago.
Ahora, empezará a llegar un cargamento cada tres días durante las próximas semanas, que es prácticamente lo máximo posible por las maniobras que requiere toda la operación. Se calcula una demora de 12 horas de conexión de mangueras y unas 36 horas cuando se suma el proceso de descarga del fluido. No obstante, al sumar las maniobras de amarre y de entrada y de salida del canal, toda la operación requiere unas 60 horas.
Cómo operan los buques de GNL
El problema es que la terminal se encuentra en un canal muy estrecho, donde sólo puede circular un barco de gran porte a la vez. Los mismos miden unos 300 metros de eslora y deben contar con el soporte de la Prefectura para poder entrar y salir, con la ayuda de un remolcador que le permite girar en 180 grados. De ahí que el barco debe salir al Río de la Plata para que recién ahí pueda ingresar el próximo cargamento.
El buque cuenta con la capacidad de recibir carga por su sistema de mangueras e inyectar gas al sistema al mismo tiempo. Es decir, que no necesita vaciarse por completo para volver a llenarse.
El GNL recibido fue comprimido unas 600 veces y se encuentra a 162 grados bajo cero. Para transformarse nuevamente en estado gaseoso, es calentado a 7 grados por un intercambiador de calor en forma de serpentina y es inyectado a la red.
Una locación estratégica
La gran ventaja de esta planta es que está ubicada en un lugar estratégico que permite recomponer el almacenamiento del line pack en pocas horas y abastecer rápidamente la demanda del AMBA, el parque térmico de la zona y el cordón industrial.
Por su flexibilidad para abastecer los picos invernales de consumo, la mayoría de los especialistas sostiene que será necesaria su operación incluso cuando se terminen todos los gasoductos proyectados. Porque, al mismo tiempo, funcionaría como un seguro para aquellos exportadores de GNL que, en una crisis como la de esta semana, no tendrían que sufrir recortes a sus envíos al exterior.
En ese sentido, algunos especialistas consultados por +e dicen que fue una mala decisión prescindir de la terminal de Bahía Blanca porque, más allá de la demanda gasífera de industrias y estaciones de GNC que no pudiste satisfacer, se hubiera podido reemplazar gran parte del gasoil y fueloil que utilizaron las termoeléctricas.
Estos combustibles líquidos cotizan hasta al doble de precio del GNL en estos momentos sin contar con el costo de tancaje y hacen que las centrales tengan un rendimiento menor.
Fuente: Más Energía