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El Gobierno ya postergó los aumentos previstos para mayo y podría extender la medida por los próximos meses. Implicaría un freno al recorte de subsidios


Con la mira puesta en mantener la inflación por debajo de un dígito y no recargar los gastos de los sectores medios cuyos ingresos se verían reducidos por el restablecimiento de impuesto a las Ganancias, el Gobierno de Javier Milei podría extender la postergación de los aumentos en las tarifas de luz y gas hasta los meses julio y agosto.

Junto con el diferimiento de la actualización de los gravámenes a las naftas y el gasoil que iba a aplicarse desde el 1 de mayo; el ministro de Economía, Luis Toto Caputo bajó la orden a la Secretaría de Energía comandada por Eduardo Rodríguez Chirillo para que frene los ajustes que estaban en las gateras para aumentar los servicios de energía eléctrica y gas.

En el caso de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), el traslado a los precios finales de los surtidores iba a implicar una suba del orden del 7,3% que Milei y Caputo decidieron posponer hasta junio. Sin esa carga, las petroleras procedieron a remarcar los combustibles, pero solo con un incremento del 4% promedio que tomo en cuenta la devaluación mensual del peso frente al dólar (2%) y una actualización del precio internacional del petróleo (2%).

El Gobierno pospone aumentos en las tarifas de electricidad y gas

 

En lo que respecta las facturas de electricidad y gas, la administración mileísta tomó la decisión de posponer hasta nuevo aviso los distintos ajustes que estaban programados a partir de mayo.

Si bien desde el área de Energía dieron a entender que la postergación de los aumentos en juego sería solo por un mes, desde el ministerio de Economía no descartan extender el freno a esas actualizaciones tarifarias hasta julio o agosto.

La posibilidad de patear esas subas para el segundo semestre se vio reforzada en las últimas horas por una respuesta de Caputo en la red social X, donde sostuvo que “porque estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”.

 


Luis Caputo aseguró que el Gobierno prioriza bajar la inflación, al referirse a las tarifas

 

Por el lado del servicio eléctrico, lo que ha quedado en stand by son dos tipos aumentos. Uno de ellos corresponde al ajuste trimestral que se aplica en el precio mayorista de la energía eléctrica.

Según los cálculos preliminares de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa), el valor de la generación debería registrar en el período mayo-agosto una estacional cercana al 90%, cuyo impacto final en las boletas de los usuarios residenciales que perdieron los subsidios, comercios e industrias oscilaría entre un 30 y 40%.

El segundo aumento obedece al nuevo esquema de actualización mensual que el Gobierno les reconoció a las distribuidoras metropolitanas y las transportistas eléctricas del sistema eléctrico nacional. En el caso Edenor y Edesur, el ajuste surge de un combo basado en las mejoras salariales del sector (55%), la inflación minorista (20%) y la variación de los precios mayoristas (25%). Según los números del ENRE, esa fórmula arroja para mayo una suba en el denominado “Valor Agregado de Distribución” (VAD) del 10,69% que tiene una incidencia final las facturas del 3% al 4%.

Cuánto deberían subir las facturas de gas

 

En el caso del servicio de gas, hay tres clases de incrementos que estaban programados para mayo. El primer ajuste obedece al nuevo precio del gas fijado para el período mayo-setiembre que deberán afrontar los hogares de altos ingresos N1, comercios e industrias que ya no cuentan con ninguna clase de subsidios. Por esta vía, el precio actual del gas de u$s2,94 por millón de BTU (MBTU) debería elevarse a u$s4,49 por MBTU.

El segundo proviene de la decisión de “dolarizar” el precio del gas con un mecanismo de actualización mensual que sigue la variación del tipo de cambio oficial. Estas dos subas implicarían para los clientes que pagan la tarifas sin subsidios un ajuste final del orden del 25% promedio.

Completa la lista de aumentos, el correspondiente a la nueva remarcación mensual destinada a mantener los ingresos reales de las distribuidoras Metrogas, Naturgy, Gasnor, Gasnea, Gas Cuyana, Gas del Centro, Camuzzi Pampeana, Camuzzi Sur y Litoral Gas. Contempla una fórmula integrada con la variación del índice salarial del sector privado (49%); inflación mayorista (36,8%) y el rubro “Materiales” del índice de la construcción (14,2%).

Para las transportistas TGN y TGS, el esquema indexatorio se basa en un coeficiente que toma como referencia las subas salariales (47%); los precios mayoristas (27,2%) y el índice de la construcción (25,8%).


El incremento previsto para las boletas de gas a pagar en mayo rondaba entre el 4 y el 5%

 

De acuerdo con las cuentas del Enargas, el incremento previsto para distribuidoras y transportadoras promedia un 12% con un impacto final en las facturas que oscilaría entre el 4% y 5%.

En las próximas horas, los entes reguladores deberán aprobar la continuidad de los actuales cuadros tarifarios y establecer hasta cuándo quedarán congelados los aumentos que se habían establecido inicialmente a partir de mayo.

Tarifas: fin al recorte de subsidios, pero menos inflación

 

Si bien la postergación de los ajustes tarifarios tendrá como correlato la interrupción del recorte de subsidios que venía instrumentando el Gobierno, lo cierto es que ahora la Casa Rosada tiene como principal objetivo económico bajar la inflación y mantenerla encapsulada en un dígito.

Por más que la cuenta a pagar por subsidios se agrande e incumplan con las reglas de juego que ellos mismos fijaron para los servicios público; Milei y Caputo consideran que no es el momento para seguir ajustando las tarifas, luego de los aumentos del 150% al 300% que registraron las facturas de luz y de hasta el 600% en el caso del gas.

Según la visión oficial, mantener los esquemas de aumentos tarifarios que se habían diseñado podría afectar la tendencia a la baja que se verifica en los precios de alimentos y la ofensiva lanzada contra las empresas de medicina privada para que bajen los valores de las cuotas.

Del lado de las eléctricas y gasíferas, las primeras reacciones ante el cambio del rumbo fueron de sorpresa e incredulidad. Mientras aguardan las resoluciones oficiales para ver cómo queda el nuevo tablero tarifario, ya están revisando los números y costos para redefinir las inversiones que iban a realizar en lo que resta del año con los aumentos tarifarios concedidos por el Gobierno.

Fuente: Iprofesional