El uso de esas billeteras alcanzó al 75% de los argentinos adultos y equiparó a las tarjetas de débito. Los jóvenes de 25 a 34 años impulsan su crecimiento.
Las billeteras virtuales se posicionan como herramienta de gestión de pagos y transferencias. Pero también como instrumento de inversión de fácil acceso.
Por ejemplo, Cuenta DNI de Banco Provincia es una de las más extendidas (tiene más de 8 millones de usuarios) porque ofrece un abanico de descuentos y beneficios tentadores para los consumidores. Pero a la hora de dejar dinero en sus cuentas, muchos usuarios prefieren otras opciones que remuneran los saldos, como Personal Pay. Y esos mismos usuarios también cuentan a veces con una tercera o cuarta opción según promociones específicas, como las de Modo con los combustibles y algunos supermercados.
En el informe de Kantar se destaca en ese sentido que “las billeteras afianzan su protagonismo de la mano de la cuenta remunerada, que crece al 64%, lo que significan 10 puntos porcentuales respecto de 2023. Dicha funcionalidad es más utilizada en el segmento de 35 a 49 años”.
“Si bien la simplificación de las transferencias de dinero, la facilidad de uso y el pago con QR se mantienen como los principales drivers de elección de uso de billeteras digitales, la relevancia de ganar intereses por dejar el dinero en la cuenta crece 8 puntos porcentuales respecto del año anterior y escala al 44%”, se añadió.
Julieta Dejean, Head de Commerce, CX e Innovación de Kantar división Insights, comentó: “Cada vez son más los usuarios que hacen uso de la cuenta remunerada: casi 65% elige colocar su dinero en billeteras electrónicas para obtener rendimientos sin perder liquidez/disponibilidad de los fondos. Y, de hecho, esta funcionalidad gana peso como driver de elección de billeteras electrónicas”.
“En un contexto donde la inflación y la incertidumbre impactan la gestión financiera, y exige a los usuarios readaptarse, buscar estrategias para proteger el poder adquisitivo (perder lo menos posible) y lograr algún ahorro, las billeteras virtuales se posicionan no solo como una opción que simplifica la gestión de pagos y transferencias de dinero, sino como instrumento de inversión de fácil acceso, que juega un rol de aliado para las finanzas personales”, agregó Dejean.
Cambios en el uso de tarjetas de crédito y débito
El relevamiento de Kantar también destaca que a la par del crecimiento de las billeteras digitales, las tarjetas de crédito mantienen su vigencia ya que el 48% de los argentinos bancarizados afirma tener al menos una.
Pero advierte que “se evidencia un retroceso en su uso para la financiación de compras”. Y añade: “Financiarse mediante el pago en cuotas sigue siendo un aspecto clave para la mayoría de los usuarios de tarjetas de crédito, pero los planes actuales con interés ya no resultan tan atractivos, lo que impacta en su uso. Si bien el acceso a descuentos y promociones se mantiene y cobra relevancia en algunos segmentos puntuales, se observa una retracción del uso de tarjeta de crédito como estrategia para llegar a fin de mes”.
Si bien el informe no lo aclara, este cambio en el uso de las tarjetas de crédito está asociado al contexto de alta inflación, con tasas de interés muy elevadas para quienes quieren financiar sus gastos más allá de un mes.
De todos modos, un recurso que se extendió en los últimos meses como modo de preservar mínimamente los ingresos fijos es pagar gastos con tarjetas de crédito y durante ese mes hasta el momento del vencimiento depositar el importe en billeteras con cuentas remuneradas. Con una inflación mensual superior al 10% la opción ganó adeptos entre los más jóvenes.
“Si bien las tarjetas de crédito continúan siendo un instrumento para financiarse (además de proveer acceso a descuentos, especialmente en niveles altos/medios), pierden algo de espacio en un contexto donde las opciones de financiación (cantidad de cuotas, intereses asociados) se han reducido y con montos de crédito (límite de la tarjeta) que pueden resultar escasos para las necesidades de los usuarios”, explica Dejean.
En cuanto a las tarjetas de débito, el informe precisa que el 75% de los argentinos posee al menos una. Y para el 68% la tarjeta de débito sigue siendo percibida como un medio de pago que permite evitar el endeudamiento de las familias (especialmente en sectores bajos). Sin embargo, la falta de cuotas y beneficios la convierte en un instrumento menos seductor en el contexto actual.
Por otro lado, en torno de estas tarjetas se da un fenómeno que viene siendo observado en el sector financiero: muchas de ellas se usan sólo para retirar efectivo y no como medio de pago. Su generalización está asociada con las cuentas sueldos, la cuenta universal gratuita y el pago de servicios sociales a través de estos plásticos.
Fuente: Ambito