Petroleras analizan el aumento de más del 100% del dólar por el retraso que genera en el litro de naftas. En tarifas, habrá un doble impacto: por la quita de subsidios y porque el 80% de los costos de la electricidad están dolarizados.
Combustibles
Cristian Bergmann, consultor y experto en energía, consideró que “las medidas anunciadas generan un reacomodamiento de las variables, priorizando la eliminación de algunas distorsiones de precios relativos, específicamente en el sector energético”.
En una petrolera anticiparon que analizarán los detalles del anuncio para tomar una decisión sobre los precios de los combustibles. Sobre el hecho de que Caputo no dijera nada sobre este tema, consideraron: “No había nada para anunciar porque los precios de los combustibles están desregulados”.
Sobre el futuro de los precios, desde otra petrolera dijeron a Ámbito que luego del aumento del fin de semana del 30%, todavía quedaba un atraso de otro 30% en los precios, producto de la regulación en precios que había hecho Massa durante más de un año. Pero eso con un dólar oficial a $400, por lo que ahora el retraso será aun mayor. De todos modos, las refinerías deberán definir cómo llegar al nuevo nivel y posiblemente lo hagan en base a un “sendero de aumentos”. Además, quedarán a la espera de lo que decida YPF, que tiene más del 50% de las ventas en el mercado interno y en la práctica marca una pauta para el resto.
Tarifas
Las tarifas tendrán un doble impacto, por un lado, por la quita de subsidios, pero por el otro, porque parte de sus costos se encuentran dolarizados. De subsidios, la única definición que dio Caputo fue que se reducirán para la energía y el transporte, pero sin detalles sobre plazos ni sobre el futuro de la segmentación tarifaria. Sobre cómo podría darse, Juan José Carbajales, titular de la consultora Paspartú, analizó: “Imagino que vendrá una quita de subsidios al gas natural y a la electricidad del nivel 3, de ingresos medios, habrá que ver si en modo shock, como advirtió Milei, o con gradualidad, como exige la Corte Suprema”, analizó.
Para bajar los subsidios, deberá implicar un aumento en las tarifas a los llamados N3 (ingresos medios) y N2 (ingresos bajos), que hoy pagan el 18 y el 15% (respectivamente) del costo de generación de la energía, explicó el economista Julián Rojo, investigador en temas energéticos del IIEP-UBA-Conicet. Pero, además, “habrá que contemplar el aumento en los costos en pesos que implica la devaluación, dado que el 80% de los costos de la energía eléctrica están dolarizados”. Este impacto deberá trasladarse a un tercio de los usuarios, los llamados N1 (de altos ingresos) que pagan el 100% del costo de generación.
Para aumentar el precio de la energía no hace falta pasar por el Congreso ni llamar a una audiencia pública, sino que es una resolución de la Secretaría de Energía que establece un precio estacional más alto, que es el precio mayorista que compran las distribuidoras.
Fuente: Ambito