Nafta y gasoil acumulan un incremento del 35% desde que terminó el programa Precios Justos, en noviembre. El litro supera los 400 pesos
Los precios de los combustibles no esperaron la devaluación que podría acelerarse el próximo lunes, cuando el nuevo presidente Javier Milei ya esté en el Ejecutivo, y las petroleras aprovecharon el feriado del 8 de diciembre para ajustar nuevamente los valores de nafta y gasoil.
El último aumento había sido en noviembre pasado, cuando terminó el programa Precios Justos, de modo que se aplicó hasta ahora una suba de 35 por ciento promedio.
Sin embargo, los especialistas sostienen que el valor del combustibles todavía está retrasado respecto de la inflación y de otros mercados, por lo cual, la suba seguirá en 2024, por lo menos, en otro 30 por ciento apenas arranque enero.
Con los nuevos precios, tomando como referencia la petrolera YPF, la nafta Súper supera los $400, y llenar un tanque de combustible demanda una “importante suma” que no todos pueden afrontar. En más, si alguien estaba planificando sus vacaciones en auto, deberá tenerlo en cuenta para retocar el presupuesto.
Llenar el tanque de un Fiat Cronos o Toyota Yaris
El Fiat Cronos es el auto más vendido del mercado, equipado con un motor 1.3L, con un tanque de combustible de 48 litros. De acuerdo al rendimiento promedio, gasta 8L cada 100 km, con lo cual a una velocidad que no supere los 100 km/h, se podrán recorrer unos 900 km con un tanque lleno (ir desde Buenos Aires a Córdoba y recorrer un poco más).
Para completarlo, se necesitarán $19.392 en el caso de cargar Súper; y $23.852 si se usa Premium.
En el caso de un Toyota Yaris, otro de los más buscados en el segmento B, está equipado con un motor 1.5L, con un tanque de combustible más chico, de 42 litros. De acuerdo al rendimiento promedio, gasta 5.8L cada 100 km, con lo cual a una velocidad que no supere los 100 km/h, se podrán recorrer unos 737 km con un tanque lleno.
El costo, en este caso, será de $16.968 si usa Súper; o $20.958 si es Premium.
Estos valores promedio de rendimiento son a velocidad constante y sin alteraciones del tráfico, lo cual en la práctica generalmente no es así y el rendimiento del tanque de combustible es mucho menor. También sucede que en ruta, la velocidad suele superar los 100 km/h, y el consumo en esos casos aumenta automáticamente.
Llenar el tanque de una camioneta
En el caso de una camioneta, tomando como referencia la Toyota Hilux 2.8L, cuenta con un tanque de combustible de 80 litros. A velocidades constantes, a 100 km/h, consume 7,5 litros cada 100 kilómetros, lo que se traduce en una autonomía de 1.000 kilómetros promedio.
En este caso, cargando diésel común (no es recomendable), habrá que gastar $34.480, mientras que el Euro diésel demandará 43.530 pesos.
Las camionetas tienen, en su mayoría, un consumo similar, con excepción de las versiones que están de moda, como las de motor V6, donde el consumo puede superar los 12 litros cada 100 kilómetros.
Otro dato a tener en cuenta es que el promedio de consumo depende de la forma de manejo, porque si hay muchas aceleraciones o frenadas bruscas, se gasta más combustible y el rendimiento es mucho menor, en consecuencia, también baja la autonomía y rinde menos.
El combustible golpea el costo de mantenimiento del auto
El incremento de los combustibles impacta directamente en el costo de mantenimiento de un auto, además del seguro que es otro gasto que va cambiando mes a mes, siguiendo el precio del 0km.
En este caso, tomando como referencia el auto más vendido, y el combustible más barato, mientras que en enero pasado salía $7.500 llenar el tanque, hoy sale más del doble.
En la camioneta, tomando el diésel Premium, que es el recomendado, salía en enero $18.880, y hoy también lo duplica con creces, superando los 40.000 pesos.
Este impacto lo sufren los conductores, que miden cada vez más en qué momento usar el vehículo.
Los híbridos, más económicos
Ante el aumento del precio de los combustibles, los vehículos híbridos toman cada vez más protagonismo, ya que permiten un gran ahorro en el día a día.
Por ejemplo el Toyota Corolla híbrido, que es un auto mediano, consume 5 litros cada 100 kilómetros, con la ventaja de que en lugares de mucho tránsito, donde hay que frenar y acelerar muchas veces (que en un motor térmico aumentaría el consumo), en este caso el gasto se reduce porque funciona más tiempo el eléctrico.
Por otro lado, modelos como el Corolla de Toyota, como se regenera sola la batería y no hay que enchufarlo, ofrece la doble ventaja de no tener que gastar en electricidad ni preocuparse por dónde cargar el vehículo.
Fuente: Iprofesional