En 2024 la diferencia entre las exportaciones de energía y las importaciones será superavitaria en u$s 3000 millones
Factores para el despegue
Desde Ecolatina resaltan que el hecho de que sector vuelva a transformarse en un aportante neto de divisas contribuirá a “alterar el patrón de crecimiento del país y apoyar la estabilidad macroeconómica”, con impactos directos en la producción y el empleo, e indirectos en la “posibilidad de alterar la estructura del balance de pagos, ampliando la base de exportaciones y reduciendo la dependencia del agro y, por ende, del clima y de los precios internacionales de las commodities agrícolas”.
Sin embargo, desde la consultora también plantean que existen factores críticos para el sector despliegue todo su potencial.
“En términos macroeconómicos, una estabilización de la economía que permita la reducción en el costo del financiamiento, una normalización de las operaciones financieras/cambiarias (remisión de utilidades y dividendos, unificación cambiaria) y comerciales (importación de equipos de perforación/fractura y repuestos), complementados por precios y tarifas que retribuyan los costos de producción y marcos legales y regulatorios estables que contribuyan a alargar los horizontes de planificación y favorecer los planes de inversión a largo plazo”, detallaron desde Ecolatina.
Además, sumaron el factor de la infraestructura: “Será fundamental abordar las necesarias obras de infraestructura para garantizar la evacuación de la producción y su potencial exportación a otros mercados. En el corto plazo, la finalización del segundo tramo del GPNK y la reversión del Gasoducto Norte permitirían exportar gas natural a países limítrofes como Chile, Brasil y Bolivia, país este último que se encuentra con una tendencia declinante en su producción”. De todos modos, la consultora alertó: “Será importante llegar a buen puerto en las negociaciones bilaterales con Bolivia si se quiere exportar a mercados como el brasileño, al menos en el corto plazo, ya que se deberá utilizar ductos bolivianos”.
En el mediano plazo, consideran las ventajas si avanza el proyecto de GNL. “Cierta potencialidad se encuentra en el proyecto de construcción de la primera planta de producción GNL en el país con ubicación en Bahía Blanca. Si bien aún resta confirmación, esta obra podría ser un complemento de Vaca Muerta, en el cual la extracción de gas desde la cuenca neuquina se transportará vía un gasoducto de 620 km hasta la terminal para terminar de realizar el procesamiento y la posterior industrialización. Se lograría producir GNL con el objetivo de fortalecer el perfil exportador de la producción, permitiendo la exportación a mercados no limítrofes”.
Fuente: Ambito