El bioetanol en las naftas seguirá en 12%, pero el Gobierno prometió asignar 40% más de cupos tras el balotaje. Perspectivas para lo que viene
Finalmente, el Gobierno dio marcha atrás con el aumento del porcentaje obligatorio de etanol en las naftas, que según tenían entendido las empresas del sector, iba a pasar de 12 a 15%, tres puntos extra que equivalen a unos 310.000 m3 anuales. En un confuso anuncio en la fábrica de etanol de maíz Bio4, en Río Cuarto, Córdoba, el ministro de Economía, Sergio Massa se refirió vagamente a un aumento de 40%, que no se entendió ni precisó después. Luego, la secretaria de Energía, Flavia Royón, especificó que la mezcla de naftas quedaba en E12, pero que se ampliarían los cupos para que les asignen a las productoras de etanol para abastecer.
En este mercado regulado, cada fábrica de etanol de azúcar o de maíz tiene un cupo para producir, que totalizan algo más de 1,1 millón de m3 anuales. Con el aumento del consumo de naftas en 2023 por su bajo precio, que además genera demanda récord en las fronteras porque vienen a cargar desde los países vecinos, esos cupos otorgados por el Gobierno a las empresas se quedaron cortos y no alcanzan para satisfacer la mezcla con 12% de bioetanol (E12).
Supuestamente para corregir esa situación, en julio la Secretaría de Energía llamó a una licitación para que se presentaran proyectos para abastecer 250.000 m3 extra, según la Resolución 614/23. Ayer, Royón indicó que, como los proyectos aspirantes sumaron 770.000 m3, aumentarán ese cupo extra a 400.000 m3, un 60% más que lo previsto en la Resolución 614/23 (y alrededor de 36% más que los cupos otorgados hasta ahora).
A la espera de qué saldrá escrito finalmente en la norma, que se publicaría luego del balotaje, lo que este intríngulis indica es que las plantas de etanol tendrán permiso para producir más etanol que el que las petroleras están obligadas a comprarles. Salvo que la demanda de naftas crezca tanto que esos 400.000 m3 extra de bioetanol no superen el 12% del total; algo que, como va la economía, no parece un escenario realista en el corto plazo.
Según fuentes del sector, la marcha atrás con el aumento del corte se debió a que los fabricantes de vehículos nucleados en ADEFA dijeron que no podían mantener las garantías de los autos si se subía el corte a E15. Sin embargo, ese posible aumento del corte no era algo que Energía venía trabajando a escondidas de ADEFA, por lo que el cambio resulta llamativo.
Por otro lado, Royón habría sugerido que las automotrices prefieren, si se pretende subir el corte, pasar a un corte mayor con motores flex, como en Brasil, que utilizan mezclas hasta E27,5, o directamente 95% de etanol hidratado. Pero un cambio de tal magnitud requeriría no solo una nueva Ley de Biocombustibles, sino varios años para adaptar el parque automotor.
Fuente: Iprofesional