En el último bimestre creció el ingreso de 0 km, pero en los 10 meses del año bajó 7%. El ritmo de nacionalizaciones está por encima del primer semestre.
De esta manera, el mix del mercado del 2023 se reparte entre 65,7% de modelos nacionales y 34,3% de importados, algo que hace cinco años atrás era a la inversa.
Un dato a tener en cuenta es que el gobierno suspendió en agosto las autorizaciones de los permisos para importar (SIRA), a raíz de la falta de dólares. Ese mes sólo se importaron 2.291 unidades que habían quedado de remanente de julio.
Después de este parate de un mes que alarmó al sector, se volvieron a aprobar permisos. En septiembre, ingresaron 23.618 0km, mientras que en octubre cruzaron la frontera 18.597 vehículos. En total contabilizan 42.215 unidades.
Sumado a los 0km de agosto, en los últimos tres meses se importaron 14.800 vehículos en promedio. En tanto, en los primeros siete meses del año el promedio había sido de 12.900. Es decir que, pese a lo que se podía suponer, en los últimos meses se incrementó el ritmo de importación y acumula en 10 meses 135.383 vehículos.
La marca que más vehículos importó es Toyota con un total en lo que va del año de 52.099 unidades, según datos del registro de nacionalizaciones. En octubre ingresó 8.603 0 km.
Es lógico que la marca japonesa sea la de mayor importación ya que lidera el mercado y es también la que más produce y exporta. De todas maneras, la diferencia con la segunda automotriz de este ranking es abultada.
Volkswagen ocupa el segundo lugar, con 13.894 unidades importadas en 10 meses, lo que equivale al 10,26 de los ingresos del exterior. En octubre, en este registro figuran 2.490 vehículos importados. Esto número pueden variar con los que manejan las empresas debido a la forma de medición respecto al momento de nacionalizar, pero rondan esas cifras. Las marcas agrupadas en ADEFA, la asociación de fabricantes, representan casi el 99% de las importaciones, mientras que el 1% restante se lo reparten más de 15 marcas que no tienen radicación industrial y pertenecen a CIDOA.
Si bien las trabas para importar se asocia a la falta de dólares, en realidad este es un motivo relativo ya, que desde hace meses, las automotrices están financiándose las importaciones con dólares propios o que las casas matrices. En mayo, se endureció esta política de “dólar cero” Esto viene generando una deuda por parte del Estado con el sector que va en aumento. Hasta junio, el pasivo con las empresas rondaba en u$s5.000 millones en todo concepto. Es decir, autopartes, repuestos y vehículos terminados, aunque la mayor parte correspondía a este último ítem. A partir de esa fecha no hay cifrar confiables, pero lo lógico es que haya crecido fuerte entre julio y octubre.
Fuente: Ambito